‘Las noches de la suite’ presenta la mejor forma de conseguir ‘Felicidad a domicilio’

• Iñigo Artola
• Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.
• • 15/03/2017 14:17
  • Actualizado: 15/03/2017 14:28

El innovador concepto de ocio creado por ‘Las Noches de la Suite’ presenta la comedia de Francisco Concepción ‘Felicidad a Domicilio’, protagonizada por Sara Sálamo, Raúl Mérida y Darío Frías y dirigida por el propio Frías.

Durante los días 24, 25 y 31 de marzo, y los fines de semana de abril del 14, 15 y 22 y 28 la suite presidencial del hotel NH Collection Eurobuilding acogerá esta nueva propuesta del espacio de ‘Las Noches de la Suite’ Los viernes la función empezará a las 21 horas y los sábados a las 20:30. Puedes adquirir aquí tus entradas.

Un surrealismo muy realista

‘Felicidad a domicilio’ es una comedía escrita por Francisco Concepción, un vendedor bonachón, de los de puerta a puerta, trata de sacar adelante ‘Felicidad a Domicilio’, un negocio unipersonal que pretende hacer felices a sus clientes al tiempo que también trabaja en una empresa de robótica que diseña androides de compañía. Ambas actividades, por diferentes que parezcan tiene un objetivo común: combatir la soledad y el desamor.

Desde un surrealismo muy realista, esta comedia aborda los amores alquilados, los complejos sexuales, la soledad y la depresión. Una historia de perdedores que… alguna vez, se ríen.

La actriz canaria, Sara Sálamo, con sólo 11 años dobló  un cortometraje, dirigido por su padre. Este sería el detonante que despertó su pasión por la interpretación, matriculándose de inmediato en clases extraescolares de teatro. Pero no fue hasta que cumplió 18, cuando decidió mudarse a Madrid para comenzar su carrera como actriz. Su primera oportunidad llega con la conocida serie andaluza Arrayán, donde interpretaba a Esther.

Debutó en teatro con la comedia británica ‘Lo que vio el mayordomo de Joe Orton’ en el teatro madrileño Infanta Isabel, mientras trabajaba en la primera temporada de la serie ‘Olmos y Robles’ de Televisión Española interpretando a la Doctora Aguilar.

Por su parte, Raúl Mérida, comenzó su carrera como actor estudiando en la escuela multidisciplinar Barcelona ‘El Mirall de les Arts’, bajo la dirección del director y dramaturgo Bertus Compañó.

En el terreno televisivo, se inició realizando papeles episódicos en El cor de la ciutat y en Hospital Central.

Su primer papel de protagonista llegaría en 2009 con la serie ‘Un golpe de suerte’, emitida en Telecinco, en el que interpretaba el papel de Fonsi, un empleado como animador y relaciones públicas de un hotel de la ciudad. Ha representado al rey Felipe I de Castilla en la serie de TVE ‘Isabel’ durante la tercera y cuarta temporada.

Darío Frías se lanza al mundo de la dirección teatral y coprotagonza esta obra, el actor madrileño dio sus primeros pasos en la serie ‘Al salir de clase’. Se formó en la Escuela de Interpretación ‘Metrópilis’ de la mano de Clara Cosials.

Desde niño tuvo claro que lo suyo era la interpretación, tuvo el apoyo de sus padres a cambio de terminar sus estudios. Su primera gran oportunidad llegó de la mano de Luis San Narciso y Guillermo Groizard con la serie ‘Mis adorables vecinos’. Ha participado en otras series como ‘Cuentamé’, ‘Sms’ o ‘Yo soy Bea’.

Un innovador espacio para una oferta de ocio diferente

‘Las Noches de la Suite’ es un espacio teatral atípico pero muy atractivo, en el que los espectadores además de disfrutar de las historias que cuente Neus van a poder gozar de las impresionantes vistas de Madrid que ofrece la mejor habitación de este lujoso hotel. Además, les ofrecerá cócteles de autor y canapés del chef Luis Bartolomé a su llegada a la Suite.

Para terminar de hacer esta experiencia única Las Noches de la Suite ofrece al espectador la posibilidad de tomar unas copas y charlar con los actores tras la función. Los organizadores de ‘Las noches de la suite’ han logrado crear un espacio donde espectadores y artistas viven una experiencia más directa, normalizando así el encuentro entre ellos después de una función.