A un solo clic puedes tener la comida de tu restaurante favorito en casa, en cuestión de segundos tienes la posibilidad de reservar un jet privado y hacer una escapada a cualquier punto del planeta. La vida es más fácil que hace quince años gracias a las nuevas tecnologías, pero también tiene sus riesgos si no se hace un uso responsable, sobre todo en un entorno familiar. Los más pequeños de la casa son nativos digitales, manejan las tecnologías de manera intuitiva pero ello no quiere decir que sepan utilizarlas correctamente. Los especialistas nos dan las claves para gozar de buena salud digital en la familia gracias al uso responsable de las tecnologías .
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«Las pantallas no solo afectan a la seguridad, sino también a la personalidad, sociabilidad y creatividad de nuestros hijos», explica Mª José Abad, autora de ‘Empantallados’, la versión en libro de la plataforma digital empantallados.com, una web que ayuda a educar a los niños en el ámbito digital.
La entrega del primer móvil
La entrega del primer dispositivo es muy importante, tal es así que ANAR, la fundación que trabaja por una infancia feliz y con plenos derechos, ha elaborado un contrato para consensuar con los hijos la utilización responsable de los teléfonos móviles. Dejamos el enlace aquí ya que es muy interesante cada uno de los puntos redactados.
Dicho contrato ha sido elaborado por expertos psicólogos e incluye una serie de cláusulas en torno a la privacidad, la aplicación de un control parental, las descargas que se realicen para que los niños tengan un uso responsable de las tecnologías.
‘Empantallados’, por su parte, aconseja que el primer móvil del niño, o adolescente, se lo tienen que dar los padres, no un amigo o familia, y se debe hablar cómo y cuándo lo va a necesitar y para qué: para estar localizado, entretenimiento, buscar información…
Hay que hablar abiertamente a los niños de los peligros de las tecnologías, así como de la privacidad, la intimidad, el respeto. También es fundamental hacer un pacto si el móvil se daña, «él o ella tendrá que buscar la manera de repararlo». Acordar límites como tiempo de uso y configurad juntos el móvil.
Ir siempre de la mano
Facilitar que los pequeños accedan al mundo digital de manera gradual es importante, aunque se debe evitar que sea la única fuente de información o alternativa de entretenimiento. Nunca hay que dejar de lado los juegos de toda la vida.
En ‘Empantallados’ ofrecen muchos trucos, por ejemplo, como acordar que «el uso que puede hacer del móvil es de una carga (de batería) por semana».
Establecer límites
«Nuestra misión como padres consiste en acompañar a los hijos en este entorno; del mismo que no les dejamos tomar más azúcar de la adecuada, o no les dejamos solos paseando por la ciudad», explica Gonzalo Romero, responsable de Google For Education en España.
Dar ejemplo
Los hijos son el reflejo de sus padres, así que es importante que no nos vean todo el día con el móvil, la tablet o el portátil. En este punto, la desconexión digital es primordial. El experto en comunicación digital y autor en ‘Máster en desconexión digital’, Phil González, aconseja el mindfullness home con el fin de «mejorar la vida desconectada en el hogar».
Para ello, Phil propone «buscar algún olor natural en casa que te ayude a conseguir paz y tranquilidad; lo importante es que identifiques ese olor como recordatorio de calma y desconexión».
¿Cuál es la edad más adecuada para dar su primer dispositivo a los hijos?
La realidad es que no hay una edad ideal para que los niños se relacionen con las tecnologías o cuándo deben tener su propio dispositivo, aunque un estudio del Instituto Nacional de Estadística apunta que el 68,7% de los niños entre 10 y 15 años cuenta con su propio móvil. El formato tablet viene mucho antes, desde los 6 años.
La OMS aconseja que «los menores de dos años no deberían tener acceso a ningún tipo de pantalla», y estas se incluyen además de móviles y tablets, la televisión y ordenadores. Así pues, antes de comprar un dispositivo electrónico a un niño hay que tener en cuenta su edad. A partir de 5 años hay modelos de tablets con una interfaz infantil.
A partir de los 9 años ya se recomienda una tablet estándar, que no esté limitada para niños, e instalar el control parental.
