Las semillas de linaza son diminutas semillas de color marrón o dorado que provienen de la planta del lino. La linaza es un alimento con grandes beneficios para el organismo. Es rica en ácidos grasos omega-3 y fitoquímicos, además de ser una gran fuente de fibra dietética y proteínas vegetales. Consumir semillas de lino puede reducir el colesterol ‘malo’ (LDL), ayudar a controlar el peso y a mantener sano el sistema digestivo. A continuación, detallamos algunos de sus beneficios.
Contienen fibra, vitaminas, minerales, proteínas, grasas vegetales saludables y antioxidantes
Beneficios de las semillas de lino
Alto contenido en fibra
Las semillas de lino tienen 27 gramos de fibra por cada 100 g, superior a lo que puede contener cualquier otro cereal. Poseen compuestos similares a la fibra, conocidos como lignanos, que también actúan como antioxidante. La fibra presente en las semillas produce un efecto saciante que ayuda a reducir la sensación de hambre.
Regula la salud cardiovascular
Contienen mucílagos, que reducen la asimilación del colesterol. Además, el lino posee una cantidad importante de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, buenos para la salud cardiovascular.
Ayuda a controlar la diabetes tipo II
Las semillas de lino son uno delos mejores alimentos cuando se trata de controlar la diabetes. Ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre y pueden mejorar la sensibilidad a la insulina.
Disminuye la presión arterial
Según The Journal of Nutrition, reducen la presión arterial alta gracias a su aporte de omega-3 y el alto contenido en fibra.
Cómo tomar las semillas de lino
Lo recomendable a la hora de tomar las semillas de lino es molerlas, ya que enteras no se aprovechan bien sus propiedades. Al masticarlas e ingerirlas directamente sólo sirven para el tránsito intestinal, pero no nos beneficiamos del resto de sus propiedades.
Se pueden agregar sobre cualquier alimento o bien mojar en líquidos. Este remojo produce los mucílagos, que es una fibra soluble. ¿Qué proponen los nutricionistas entonces? Añadir las semillas molidas a smoothies, cremas de verduras, al kéfir o a tu vaso de leche o bebida vegetal.
