Barco es toda construcción cóncava capaz de flotar en el agua y que sirve de método de transporte, así lo define el diccionario de la RAE. Lo que no contempla esta definición es que algunos barcos pueden ser auténticas obras de arte, y para muestra el yate de lujo diseñado por el artista contemporáneo Jeff Koons. Sus obras nunca pasan desapercibidas, no solo por el aspecto conceptual, sino también por el lugar dónde le gusta exhibirlas: en la luna, su último proyecto; en carretera, los art car de BMW; y en el mar, Guilty, que así es como se llama esta magnífica embarcación.
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La idea de crear esta obra de arte capaz de surcar los mares viene del coleccionista de arte Dajis Joannou y fue construido por la naviera Cantieri Navali Rizzardi, en Italia. Su diseño inicial es idea de Ivana Porfiri y lo concibió con la idea de que el barco funcionara como galería de arte.
Inspiración ‘Razzle-Dazzle’
De la pintura del yate de lujo se encargó Jeff Koons. El exterior luce una estética pop art, seña de identidad del artista quien, para esta ocasión, se inspiró en el Razzle-Dazzle, un motivo decorativo inventado durante la I Guerra Mundial por Norman Wilkinson. Este artista inglés ideó un tipo de camuflaje que no tenía la intención de ocultar, sino de hacer difícil estimar la dirección, distancia y velocidad del objeto.
En el interior del Guilty se contemplan coloridas pinturas y piezas de decoración de Koons y otros artistas como David Shrigley y Sarah Moris.
Arte y potencia
El yate tiene 35 metros de eslora y una capacidad para diez personas y cinco tripulantes. Propulsado por dos motores diésel, navega a 26 nudos y alcanza una velocidad máxima de 29 nudos. Va equipado con tanques de agua que almacenan hasta 3.200 litros de agua dulce.
Es una construcción de 2008 por lo que las prestaciones no son de última generación, como las que podrá llevar el yate de Jeff Bezos o Amancio Ortega, pero es el único barco del mundo considerado oficialmente una obra de arte en el que se pueden disfrutar del arte en alta mar.
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