Hemos hablado en varias ocasiones de las motos y los coches de estilo vintage. La estética nos encanta y la filosofía que transmiten también. Por esta razón, y por otras, no nos extraña que las motos de estilo vintage vuelven a estar de moda. Las scooters con historia vienen, de nuevo, pisando fuerte.
Todo esto lo sabemos a raíz de de la primera venta de scooters que se ha realizado este mes de abril en el Museo Nacional de Bicicletas de Solihull, Inglaterra. Los precios de venta han sido altos, lo que demuestra que estas motocicletas se están revalorizando. ¿Algunos ejemplos? La Motovespa de 1962 que se fabricó en España con los colores de la bandera de Inglaterra tenía un precio estimado de casi 11.000 euros.
Pero si echamos un vistazo al mercado, las Vepas y las Lambrettas no dejan de subir de precio. Lo hemos visto en declaraciones a How to spend it de Paul Diamond, de una de las tiendas más punteras de Reino Unido en cuanto a motos vintage se refiere. El año pasado hubo Lambrettas con restauración que se vendieron por casi 25.000 euros. Lambrettas que ahora valen cinco veces más que antes.
Pero, ¿este boom es de ahora? Realmente no. Desde los clásicos cinematográficos como ‘Vacaciones en Roma’, hasta otras películas en las que la Vespa ha sido protagonista… Como ‘La Dolce Vita‘ -siempre Italia presente-. Todo esto ha hecho que nosotros también viajemos por la ciudad con una de ellas. El problema es que en estos momentos, todas esas motos que queremos han desaparecido. Hay algunos modelos que en aquel momento no se valoraron, y ahora ya no existen. Y es una pena. Suele pasar: no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
¿Y es en todos los países igual? No. En Italia las Lambrettas son más baratas, y sin embargo, hay Vespas que pueden superar los 100.000 euros. Y sin embargo en Oriente gustan un tipo de motos, y en Francia, por ejemplo, es otro. Pero el denominador común es siempre el mismo: todas son motos vintage. Lo demuestra el mercado del motor. Elegantes, estéticamente bonitas… Y es que dicen que lo clásico no se puede mejorar.
