La Ciudad Condal celebra una nueva apertura. Barcelona tiene un nuevo hotel y tiene el sello de uno de los dueños del extinto Studio 54, Ian Schrager. ¿Su nombre? The Barcelona Edition, un hotel sofisticado de cinco estrellas que se ha convertido en una de las direcciones más sofisticadas de la ciudad.
The Barcelona Edition surge como un hotel boutique de lujo. «Una experiencia local, personal, íntima, individualizada y única, complementada por un servicio excepcional y el diseño elegante y atemporal por el que Ian Schrager es conocido», explican desde el hotel. Sin duda, uno de los mejores alojamientos en la ciudad a partir de ahora.
¿Y qué encontramos en el hotel de uno de los dueños de Studio 54? 100 habitaciones y suites, todas elegantes. Muchas de ellas con vistas a la cubierta del Mercat de Santa Caterina. Y a dos pasos, la Catedral Gótica de Barcelona, la Plaça de Catalunya, el Passeig de Gràcia… Y por supuesto, el mercado. El hotel está en un lugar rodeado de monumentos históricos. Lo mejor de Barcelona a sus pies. Pero sigamos hablando de su interior, porque este hotel ha nacido para que pasemos mucho tiempo entre sus paredes.
Habitaciones con vistas -como te decíamos-, productos de baño de la marca neoyorquina Le Labo, mobiliario diseñado por Lázaro Rosa-Violán. Cabeceros fabricados artesanalmente de cuero, parquet de roble, maravillosas contraventanas… Y en muchas de sus habitaciones, las más grandes, fantásticas terrazas con vistas a la ciudad.
Pero a The Barcelona Edition no solo se viene a dormir. También se viene a comer. Uno de esos lugares es el Bar Veraz, capitaneado por el chef Pedro Tessarolo, repleto de platos con toque mediterráneo para disfrutar de la gastronomía de la ciudad. Como por ejemplo, la bomba de butifarra con mayonesa picante, berenjena asada de aires orientales, sus patatas bravas -con un toque especial-, una selección de quesos catalanes, fricandó de ternera con tupinambo y salsa de rossignols… Pero no es la única dirección gastronómica del hotel. Hay más.
También podemos tomar una copa en la terraza a pie de calle, la coctelería Punch Room y The Roof, con unas fantásticas vistas a la ciudad de Barcelona. La guinda para cerrar un día en la ciudad a orillas del Mediterráneo.
