Barcelona siempre ha sido una ciudad puntera, y aunque en la última década anduviera de capa caída (por decirlo de alguna forma y no meternos en menesteres que en este artículo no nos conciernen) ahora la cosa parece que está cambiando. Y no lo digo yo, lo dicen y lo notan los barceloneses que, siempre emprendedores, abren sus negocios con ilusión y esfuerzo. «Es una ciudad que lo tiene todo. Creo que prácticamente no existe algo igual en el mundo. Con una base tan buena hay que hacerlo muy mal entre todos como sociedad para que no sea una ciudad atractiva. Y yo creo que estamos mejor, habíamos dado un paso atrás pero yo creo que ahora estamos buscando turismo de calidad y eventos importantes que vuelven a poner a la ciudad en el mapa», explica Alejandro Pérez-Albert, nuestro entrevistado de hoy. Un joven que lidera -junto a otros tres socios- Galán, sociedad que de momento, posee dos restaurantes que se han convertido en dos seductoras opciones en la Ciudad Condal: Bar Galán y Maggiorata.
A las puertas de la celebración de la 37ª America’s Cup Barcelona, Bar Galán es uno de los restaurantes favoritos del equipo Luna Rossa Prada, y allí quedamos con Alejandro para disfrutar de primera mano de las exquisiteces que ofrecen, y para conocer a fondo todo sobre Bar Galán y Maggiorata, los dos restaurantes barceloneses de moda que tienen y que tanto dan (y darán) que hablar. DALE AL PLAY y toma nota para tu próxima visita a la ciudad de Gaudí.
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Galán es la sociedad formada por Alejandro Pérez-Albert, Borja Malet, Cristian Gallardo y Albert Botet. Cuatro emprendedores multidisciplinares de Barcelona que, a día de hoy, son propietarios de dos restaurantes en la Ciudad Condal; Bar Galán y Maggiorata, y tienen previsión de ampliar su cartera próximamente. El equipo de empresarios se mueve por la convicción y el sueño de nuestro entrevistado, Alejandro Pérez-Albert, un apasionado por la cocina rica y sana de toda la vida. Los dos restaurantes que ya han cobrado vida responden a su propia visión y convicción de que la ciudad de Barcelona necesita sitios donde reivindicar la buena mesa en familia, donde se disfrute el sabor de la buena cocina. La bella cocina, el buen comer.
Bar Galán: comida de toda la vida con producto de calidad y cercanía
«La comida del Bar Galán la calificamos como una cocina muy honesta, un poco una vuelta atrás y comida de toda la vida sin lo que decimos, comida sin floripondios», nos explica con franqueza. Un espacio elegante con platos tradicionales y exquisitos, ideal para pasar ratos perfectos en buena compañía.
El Bar Galán reivindica una comida basada en la selección de ingredientes nacionales de calidad -con el pulso del mercado-, como carne gallega, vaca nacional, gamba roja o pescado del día. Recetas tradicionales perfectas para compartir en una terraza amplia ubicada en un entorno tranquilo en el corazón de Barcelona. La combinación perfecta entre sentirse como en casa mientras te diviertes en un ambiente inmejorable, para ir sin prisas en fin de semana y para desconectar entre semana.
El Bar Galán es sinónimo de una gastronomía honesta(y necesaria en estos tiempos) que reivindica las recetas tradicionales a base de una selección de
ingredientes nacionales de calidad. Cuenta un apartado especial en su propuesta gastronómica, los ‘Platillos del Mar’que son un éxito asegurado para esta época del año para tomarlos en su agradable y tranquila terraza, en su interior que te arropa o en la barra con más ambiente del Eixample.
Maggiorata: autenticidad italiana en la Ciudad Condal
La idea inicial con el Bar Galán y Maggiorata siempre fue reivindicar lo auténtico y eso, nos lo dejó clara Alejandro. Y si nos centramos en Maggiorata, lo que buscan es que un italiano «se sienta como en casa». «Encontrarse de que hay un respeto absoluto por su gastronomía, por su producto y por su forma de hacer. Cualquier tío de Milán, de Roma o de Nápoles, estoy seguro que viene a nuestro restaurante y como ya nos ha pasado y además de felicitarnos, será encantado a casa pensando en que gusto, que de repente podré estar en Barcelona y que me apetezca comida de mí y de mi hogar y encontrarla con tanto respeto y tanto acierto».
La zona exterior de Maggiorata, con su toldo rojo y sus manteles a cuadros, recuerda a una callecita de la Toscana y transporta todos los sentidos a lo más auténtico de Italia. Es un espacio tranquilo, sin ruido ni tráfico, aunque siempre llena de la vitalidad única que desprenden los grupos de jóvenes, familias o parejas que frecuentan el restaurante.
