Tal y como inicia el poema de José Bergamín, Anocheció: «Madrid que parecía cubierto del cristal más transparente», es la viva imagen de los turistas y madrileños visitando el Palacio de Cristal y observando el cielo detrás de su techo cristalino. Un lugar de ensueño y uno de los sitios más apetecibles de visitar en la capital. Es además, un espacio que esconde curiosidades que conocerlas hacen de cualquier visita algo inolvidable. El Retiro arropa auténticas joyas arquitectónicas, y esta es una de ellas. Hay diferentes curiosidades que pocas personas conocen sobre el Palacio de Cristal –ni siquiera la mayoría de los madrileños–, más allá de ser un edificio con arquitectura de hierro y cristal. A continuación te contamos las curiosidades más llamativas del Palacio de Cristal.
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Se construyó en el año 1887 por parte del arquitecto Velázquez Bosco, y es considerado uno de los mejores ejemplos de todo el país en lo que se refiere a la construcción. De hecho, fue la primera vez que se utilizaron para la construcción de un edificio no industrial el hierro y el cristal.
La estructura es impresionante, desde su cúpula de cristal hasta los cimientos de ladrillo rojo brillante. Sus paredes de vidrio permiten a los visitantes disfrutar del fantástico entorno natural del parque del Retiro, mientras que su interior ofrece el arte más exquisito.
Y aunque su arquitectura haya sido siempre majestuosa –porque no ha cambiado apenas–, no fue hasta 2021 cuando la UNESCO otorgó al Palacio de Cristal el reconocimiento como lugar Patrimonio de la Humanidad.
La primera exhibición en el espacio fue una exhibición de plantas exóticas vietnamitas. La curiosidad más llamativa –y más inesperada– del Palacio de Cristal. Aunque, siendo el Palacio de Cristal ideado en un inicio como un invernadero, que la primera exposición en el espacio fuera de plantas exóticas vietnamitas traídas a España para la ocasión no debería ser sorprendente.
Y es que una vez creado se llevó a cabo dentro de él la Exposición de Flora de las Islas Filipinas. Sirvió como invernadero para plantas tropicales y también creó el estanque artificial frente a él. La pequeña placa desgastada fuera del Palacio de Cristal detalla su historia como invernadero que albergó la primera Exposición General de Las Islas Filipinas en 1887. Lugar en el cual los españoles trajeron flora, fauna y artefactos de las colonias que establecieron en Filipinas para exhibirlos ante todo el mundo.
Este espacio y joya de construcción es más que un edificio de cristal. Ha cumplido varias funciones importantes, incluida la sede de la Exposición Nacional de Bellas Artes y servir como uno de los centros de exhibición del Museo Reina Sofa.
