Hay muchos arquitectos que nos gustan y uno de ellos es Frank Gehry. El arquitecto, ganador del Premio Pritzker, ha dejado muchos edificios con sello en nuestro país -por eso es tan querido-, como el Museo Guggenheim de Bilbao, el Peix en Barcelona o las bodegas de Marqués de Riscal en La Rioja. Es sin duda, uno de los arquitectos más influyentes del mundo.
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¿Algunos otros edificios? La Fundación Louis Vuitton, la Casa Danzante de Praga, el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, el Peter B. Lewis Building, el Vitra Design Museum, el Museo de Arte Weisman de Mineapolis, el Museo de Cultura Pop de Seattle… La lista es larga y asombrosa. Y a esa lista hay que añadir un edificio más: la torre LUMA de Arlés.
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La Torre LUMA surge gracias a la Fundación LUMA, una nueva torre en el Centro Cultural del mismo nombre. Esta fundación surge gracias a la coleccionista suiza Maya Hoffman que ha puesto a nuestra disposición -los amantes del arte- todas estas obras. En un antiguo depósito ferroviario ha surgido este universo artístico que ya se renovó hace unos años y que ahora estrena una torre nueva.
La torre está llena de paneles de aluminio, algo habitual en la arquitectura de Gehry. Una torre que contrasta con el resto de edificios pero que le da un toque especial al conjunto y que hace que esta fundación sea incluso más conocida. Tiene una altura de 56 metros y surge de un atrio de cristal inspirado en el anfiteatro romano de la ciudad. También se inspira en los acantilados de piedra que encontramos a las afueras. Esta torre de Frank Gehry es una representación plateada de la ciudad y ya está abierta desde el pasado 26 de junio.
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En su interior seguirá albergando exposiciones y eventos relacionados con el arte, porque este es el objetivo de Maya Hoffman con esta fundación. Dar cobijo a artistas locales e internacionales y ayudarles a que su arte llegue al gran público. Arlés ya era fuente de inspiración para artistas europeos. Ya sabemos que Piccaso y Van Gogh bien pasaron por aquí para encontrar a sus musas…
