Ciencia
Biología

Un hallazgo histórico cambia todo lo que sabíamos del cerebro: «Es como intentar entender…»

Toma nota de este hallazgo histórico sobre el cerebro que lo cambia todo

Hallazgo estremecedor: encuentran oculto un cerebro humano de 2.600 años en excelente estado

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Todo lo que sabíamos del cerebro está a punto de cambiar, con este hallazgo histórico que puede cambiar todo lo que sabíamos. Es importante estar pendientes de algunas situaciones cambiantes que pueden ser claves para entender al ser humano y poder cuidar algunos aspectos que se van deteriorando con la edad. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de apostar claramente por algunos elementos que son los que nos acompañarán en estos días que tenemos por delante.

El futuro pasa por analizar cada uno de los detalles que forman la experiencia que vive el ser humano. Debemos empezar a prepararnos para descubrir de la mano de este hallazgo histórico una parte del cerebro que quizás desconocíamos. Sin duda alguna, estamos ante la parte más desconocida de nuestra mente que no duda en darnos algunas novedades destacadas que pueden ser las que marcarán la diferencia. Llega un cambio que puede ser significativo y que nos acompañará con algunos elementos que serán los que marcarán un antes y un después. Este hallazgo con sello español puede cambiarlo todo.

Lo cambia todo este hallazgo histórico

Sin duda alguna, estamos ante un hallazgo histórico que puede cambiarlo todo. Nos enfrentamos a una serie de cambios que acabarán marcando una diferencia importante, de la mano de algunas situaciones del todo inesperadas que llegan de una ciencia que cada vez llega más lejos.

La parte del ser humano más desconocida es, sin duda alguna, el cerebro. Un elemento del que depende el funcionamiento de todo el cuerpo y que puede y debe estar a merced de una serie de cambios que pueden llegar por momentos.

Conocer un poco mejor esta parte del cuerpo humano puede ser fundamental para futuros tratamientos de enfermedades que hasta hoy no tienen cura. Por lo que, saber la manera en la que trabaja o funciona este tipo de elemento puede acabar siendo fundamental.

Desde el Csic nos presentan un estudio que ha dado la vuelta al mundo y nos ayuda a saber un poco mejor cómo actúa una memoria y una orientación que es clave para mantener la conexión con el presente y el entorno en que vivimos.

Este descubrimiento abre la puerta a una serie de mejoras y de elementos que pueden servirnos para saber en todo momento qué nos puede esperar en estos días que tenemos por delante y que pueden ser fundamentales.

Cambia todo lo que sabíamos sobre el cerebro

La ciencia avanza tan rápidamente que nos descubre una serie de elementos que pueden llegar a ser las que marcarán una diferencia importante. Sin duda alguna, hay que estar pendientes de este tipo de descubrimientos que cambiarán para siempre todo lo que sabíamos sobre el cerebro.

Tal y como nos explican desde este artículo recientemente publicado por el Csic: «El cerebro necesita crear mapas de lo que nos rodea para orientarnos, desplazarnos de un sitio a otro, reconocer atajos entre los lugares que frecuentamos o memorizar. Una investigación liderada por Liset M de la Prida, del Centro de Neurociencias Cajal (CNC-CSIC), en colaboración con el Imperial College de Londres, ofrece una nueva perspectiva sobre cómo se codifica esta información espacial y experiencial en el hipocampo, una región del cerebro fundamental para la orientación y la memoria. El trabajo se ha publicado hoy en la revista Neuron. Los investigadores del CSIC han descubierto en ratones que dos subpoblaciones distintas de neuronas piramidales, denominadas superficiales y profundas según su localización en el hipocampo, responden a diferentes señales cuando nos desplazamos o giramos, o cuando se producen cambios en el lugar donde nos encontramos.

Las neuronas piramidales profundas responden a cambios locales, como la posición de los muebles dentro de una habitación. Mientras que las piramidales superficiales mantienen una representación más estable del espacio, atendiendo a los aspectos globales, como la orientación de ventanas y puertas hacia un determinado punto cardinal. Esta estabilidad es crucial para mantener una referencia constante del entorno».

Siguiendo con la misma explicación: «Ambos tipos de neuronas trabajan de manera independiente, lo que permite al cerebro generar representaciones geométricas complementarias a partir de su actividad para crear mapas del entorno más sofisticados y flexibles de lo que hasta ahora se suponía. Este trabajo del CSIC se enmarca en una línea de investigación reconocida en 2014 con el Premio Nobel otorgado a May-Britt y Edvard Moser, junto con John O’Keefe, por sus descubrimientos sobre las células de lugar y en rejilla, que constituyen las bases del sistema de posicionamiento del cerebro. Esta nueva investigación liderada por Liset M. de la Prida complementa y amplía esos hallazgos, proporcionando una comprensión más profunda de cómo el hipocampo codifica y procesa la información espacial teniendo en cuenta distintos marcos de referencia».