Castilla y León
CASTILLA Y LEÓN

El arzobispo de Burgos niega que el líder de las monjas sea obispo: «Es un católico excomulgado»

D. Mario Iceta aclara que la excomunión no se producirá sin hablar con todas las monjas

Vea la entrevista completa a D. Mario Iceta aquí

OKDIARIO viaja a Burgos para entrevistar el arzobispo D. Mario Iceta, quien nos recibe en su despacho del Arzobispado, tras el escándalo del eminente cisma de las monjas Clarisas de Belorado tras haber roto con la Santa Sede y seguir la Pía Unión de San Pablo Apóstol, una secta sedevacantista.

De producirse efectivamente la ruptura con la Iglesia, estas monjas españolas protagonizarían el primer cisma en una congregación de vida contemplativa.

«Quiero tender puentes»

PREGUNTA.- Usted es una persona con un carácter muy conciliador. ¿Cuál es su percepción de lo que está siendo noticia en toda España, trascendiendo nuestras fronteras?

RESPUESTA.- Siento estupor y sentimientos encontrados. Desde hace un mes empieza a haber noticias y comentarios sobre que esta comunidad estaba planteándose de algún modo su pertenencia a la Iglesia Católica.

Yo lo sé a través de la madre federal que pide urgentemente una entrevista, y se precipita cuando recibo el lunes por la mañana un Whatsapp. Es una noticia de mucho calado. Lo comprobé para ver si era verdad, porque como corren tantas noticias falsas, y tras contactar con el monasterio a través del capellán que me pone en contacto con la hermana vicaria, me confirma que esto es así.

Ahora hay que verificar si esto es así por parte de toda la comunidad y si hay unanimidad, pero parece que no, porque al día siguiente salió una. Además hay hermanas que tienen sus capacidades mentales disminuidas por edad, parece que no participaron, así que tengo un sentimiento de pena… Quiero tender puentes.

Yo pienso que estas cuestiones que son costosas y dolorosas, requieren una paciencia y una templanza y vías de comunicación y diálogo que todavía no han sido posibles. Espero que se dé otra tesitura, y si es posible que se revierta esta situación.

«Si rompen, será un cisma»

P.- Si las monjas Clarisas de Belorado abandonan la Iglesia Católica, ¿se producirá un cisma?

R.- Si se consuma, sí se trata de un cisma, en el sentido de que es una comunidad que abandona la fe católica, que no aceptan el último Concilio Vaticano II, que no aceptan el Papa, pues dicen que el último fue Pío XII, tampoco aceptan la legitimidad de los pastores, y plantean un Manifiesto Católico de 70 páginas, donde refutan verdades expuestas por la Iglesia y, por tanto, es una ruptura con la fe de la Iglesia.

Esto no es una cuestión que se fragua en un fin de semana, sino con tiempo y ha ido cristalizado. Ante un hecho tan grave y de tanta trascendencia, con un convento que lleva siglos con monjas entregadas a una vida ejemplar, muy en contacto con el pueblo, la diócesis y la federación de las Hermanas Clarisas, hay que intentar revertir la situación.

P.- Me gustaría también aclarar otro punto. ¿Pablo de Rojas no fue obispo nunca?

R.- La Iglesia Católica no lo reconoce como obispo y, por eso, declara la excomunión porque él mantiene que es obispo. Cuando una persona se declara obispo y no hay un mandato del papa para ordenar obispo, la pena es la excomunión latae sententiae (pena impuesta), una excomunión automática. Es decir, no es que la Iglesia lo excluya, es que él mismo se auto excluye, y la Iglesia lo declara.

P.- Los medios de comunicación hemos frivolizado con este asunto, porque estamos hablando de almas, concretamente de personas dedicadas a la vida contemplativa y que, en un momento dado, se produce la ruptura con su forma de vida teológica…

R.- La cuestión central aquí son las monjas que constituyen la comunidad. Hay temas patrimoniales y de otra índole que palidecen ante la vida y la fe de las personas. Hay que intentar establecer un diálogo fraterno, sosegado y poner encima de la mesa cuáles son las cuestiones que a las hermanas les ha llevado a esta situación e intentar restablecer el camino en la comunión del Iglesia.

P.- Hasta hace una semana a Pablo de Rojas no se le conocía y ahora ha tomado una relevancia pública e incluso las monjas llaman a la rebelión a otras comunidades… 

R.- Desconozco bien a esta Unión Pía de San Pablo que lidera Pablo de Rojas. No tengo una opinión formada. Es una institución sedevacantista, pero no tengo un conocimiento suficiente para poder dar una valoración fundamentada.

«Pensemos en el hijo pródijo»

P.- ¿Qué les podría pasar a esta comunidad de hermanas si se arrepintiesen de lo que han hecho y quisieran volver a formar parte de la comunidad católica de la Iglesia?

R.- Es la parábola del hijo pródigo. La Iglesia tiene brazos de misericordia, y por eso no me quiero precipitar. Hay personas que dicen que hay que actuar ya, pero yo vengo del ámbito de la medicina, y la amputación siempre es el último recurso. Primero, hay que bascular el miembro, y ver si se puede recomponer si se ha roto.

En este caso, vamos a ver si tras este impacto mediático las aguas se serenan y aparece otro escenario donde se pueda tener ese diálogo.

«El patrimonio es una carga»

P.- Como decimos hay una vertiente teológica y otra material. En ese sentido, hay muchos conventos en esta situación de necesidad económica, y pueden venir intereses ajenos a la Iglesia que quieran comprarlo, intermediando proclamas herejes…

R.- He escuchado algunas declaraciones diciendo que son los obispados los que quieren quedarse con el patrimonio de los conventos, pero para nosotros el patrimonio es una tremenda carga, y son bienes que hay que conservar y no se pueden dedicar a otro tipo de actividades, y más siendo de uso religioso.

Nuestra diócesis de Burgos tiene 1.004 parroquias y casi 1.900 templos, y le puedo asegurar que es un tremendo problema mantenerlos. Ojalá pudiéramos tener menos… Así que cuando dicen que los obispados queremos aumentar nuestro patrimonio, significaría un legado que mantener y que no podemos, por lo que el interés crematístico, por mucho que se diga, es un problema.

Además es un problema secundario, porque mantener muchos monasterios de comunidades envejecidas y pequeñas, no es fácil. Las hermanas hacen esfuerzos muy grandes, y lo que hay que ver es cómo ayudarlas. Pero insisto, el asunto inmobiliario no es el tema central, puesto es el Manifiesto Católico de 70 páginas, es lo que hay que tratar de forma profunda.

P.- Quien ha orquestado esta trama sabe cómo hacer daño a la Iglesia y a un gran colectivo. Parece como si los millones de católicos en el mundo estuvieramos en el lugar equivocado…

R.- Es evidente que el mundo periodístico es muy plural, pero es cierto que algunos medios pueden tener unos intereses distintos y, a veces, intentan dar una versión que no es veraz ni humana de las cosas.