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La oncóloga que pierde su plaza por el catalán que impuso Armengol prepara la batalla judicial

El Govern de Prohens alega que no puede aplicar la supresión del requisito del catalán con efectos retroactivos

Alicia Quílez considera que su situación es "totalmente injusta" y contraria a la Constitución

La doctora goza de reconocimiento internacional en la investigación del cáncer de mama pero no tiene el certificado de catalán

La oncóloga de reconocido prestigio Alicia Quílez que ha perdido su plaza en el Hospital Can Mises de Ibiza por no tener el certificado de catalán que exigía el Govern de Armengol considera «injusta» y «anticonstitucional» su situación y ya prepara la presentación de un contencioso ante la Justicia.

Quílez cuenta con una amplia experiencia en diversos hospitales de España y el extranjero, ha trabajado en Navarra con el reconocido especialista en oncología Antonio González y ha elaborado su tesis doctoral sobre la prevención del cáncer de mama en Lyon (Francia). El problema es que no domina el catalán y por ello se ha quedado sin plaza en Ibiza.

El proceso por el que la doctora Quílez ha perdido su plaza es surrealista y una historia rocambolesca. Después de una trayectoria de tres años en el área de oncología de Ibiza, en diciembre de 2022 se inscribió en el concurso oposición convocado por la Conselleria de Salud para conseguir una plaza fija. Gobernaba el pacto de izquierdas que presidía la socialista Francina Armengol y en esta convocatoria se decidió eliminar el requisito del catalán ante el grave déficit de oncólogos en Ibiza.

El 8 de enero de 2023 Quílez renuncia a su plaza en Ibiza para poder finalizar su tesis doctoral en Lyon. Renunció con el convencimiento de poder conseguir más tarde la plaza fija mediante el concurso oposición.

La supresión del requisito del catalán enfureció al nacionalismo en Baleares. El sindicato independentista Stei y la organización también separatista Obra Cultural Balear mostraron su indignación y presentaron un recurso.

Se acercaban las elecciones y el Govern de Armengol lo que menos deseaba era un enfrentamiento con entidades afines al pacto de izquierdas, como el sindicato Stei y la OCB, la versión balear de la catalana Òmnium Cultural. Por ello, en mitad del proceso y sin avisar a los opositores, la Conselleria de Salud que presidía la socialista Patricia Gómez decidió volver a imponer el requisito del catalán en las bases de la convocatoria de la oposición.

El problema es que no se avisó del cambio de las bases y la doctora Quílez ni a los demás aspirantes. La doctora Quílez superó las oposiciones sin problema pero en el momento de la adjudicación de plazas le pidieron que presentara el certificado de catalán, que evidentemente no tenía. Lo que tenía era la absoluta creencia de que el catalán no era requisito.

Aquí hay otra cuestión que ha perjudicado enormemente a la doctora Quílez y es que en el momento de modificar las bases y volver a imponer el requisito del catalán se estableció que los aspirantes que en el momento de presentarse al concurso oposición ya estuvieran trabajando en el Hospital Can Mises de ibiza quedaban exentos de presentar el certificado. A cambio, se les concedía un plazo de dos años para conseguirlo.

Armengol rectifica y exige el catalán

El cambio de bases se publicó en el Boletín Oficial de Baleares el 2 de marzo de 2023 pero resulta que semanas antes Quílez había renunciado a su plaza en Ibiza para desplazarse unos meses a Lyon para finalizar su tesis doctoral con reconocimiento internacional.  Tuvo que renunciar a la plaza porque se le denegó la excedencia que había solicitado. Se le denegó precisamente porque había falta de personal en oncología.

El resultado es que en el momento de la convocatoria rectificada de las bases de la oposición Quílez no estaba trabajando en el hospital de Ibiza sino que estaba en Francia finalizando sus investigaciones sobre cáncer de mama.  El resultado es que no pudo acogerse a la prórroga de dos años para conseguir el certificado de catalán.

En definitiva, que la doctora Quílez, a pesar de su amplia formación en oncología, no puede trabajar en el Hospital Can Mises de Ibiza por no dominar el catalán y por habérsele denegado la posibilidad de conseguir el certificado en dos años debido a su ausencia temporal de Ibiza.

Alicia Quílez, una vez ha sabido que se quedaba sin plaza por no tener el certificado de catalán que no se exigía en la convocatoria inicial del concurso oposición, remitió una carga al director del Servicio de Salud, Javier Ureña, explicando su caso y reclamando una solución.

La respuesta del Servicio de Salud ha sido que compartía su profundo descontento ante su situación personal y profesional y que «mostraba su solidaridad con su sentimiento de frustración» pero que al mismo tiempo no podía hacer nada a pesar de su experiencia en oncología puesto que las bases modificadas de la convocatoria del concurso oposición contemplaban la exigencia del certificado de catalán.

Cabe recordar que en el mes de agosto del pasado año, el Govern de Marga Prohens eliminó el requisito del catalán para todo el personal sanitario y que el proceso de adjudicación de plazas se ha realizado ahora, este mes de julio. A pesar de ello, el nuevo Govern alega que no puede aplicar la exención del catalán con efectos retroactivos.