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Presentan la restaurada Capilla de Santa Catalina Tomàs de la iglesia Mare de Déu dels Àngels de Pollença

Las tareas se iniciaron en 2011, momento en que se detectaron los desperfectos en la capilla y el retablo

El Consell y el Obispado de Mallorca han presentado este sábado la restaurada capilla de Santa Catalina Tomàs de la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels de Pollença.

En una nota de prensa, el Consell y el Obispado de Mallorca han informado que esta jornada ha tenido lugar la presentación de la restauración de la capilla de Santa Catalina Tomàs de la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels de Pollença. La colaboración entre la institución insular y el Obispado ha asegurado la realización de este proyecto de conservación, restauración y difusión patrimonial.

La celebración de la eucaristía ha sido presidida por el obispo, monseñor Sebastià Taltavull, y ha contado con la presencia de la vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera insular de Cultura y Patrimonio, Antònia Roca, así como la de la directora insular de Patrimonio, Maria Isabel Arnau.

Después de la misa se ha llevado a cabo la bendición del retablo y los parlamentos de los técnicos que han intervenido en el proceso, el historiador del arte que ha redactado el informe histórico artístico, Gabriel Carrió, y la directora del taller de restauración del Obispado de Mallorca, jefa del equipo restaurador, Antònia Reig, informa Europa Press.

La envergadura del proyecto ha supuesto una restauración en diferentes fases. Las tareas se iniciaron en 2011, momento en que se detectaron los desperfectos en la capilla y el retablo, y la parroquia encargó un estudio técnico para analizar la situación. En 2020 se llevaron a cabo los estudios previos -con analíticas, informe histórico artístico y examen organoléptico- correspondientes, encabezados por el Taller de Restauración del Obispado de Mallorca. Finalmente, las fases de intervención se han llevado a cabo estos dos últimos años.

La capilla de Santa Catalina Tomàs es un ejemplo de capilla barroca tardía, en la que se conservan motivos decorativos murales que enmarcan dos telas en las paredes laterales. El retablo consta de dos cuerpos y predela. En el primer cuerpo hay la figura de bulto de Santa Catalina Tomàs presidiendo el nicho central y las de Santa Catalina de Alejandría y Santa Llúcia a ambos lados. En el ático se encuentra la pintura de Sant Cristòfor. En la predela, que se ha reconstruido a causa del mal estado, se ha reservado un espacio para poder realizar el belén en Navidad.

En 2023, la restauradora Raquel Garduño, intervino en los elementos estructurales, muros y decoración mural. En este sentido, se consolidaba todo el continente de la capilla asegurando una futura intervención en su contenido. En primer lugar se tuvieron que fijar algunas zonas de las paredes, para poder llevar a cabo una posterior limpieza, consolidación y, en algunas casuísticas necesarias, reintegración volumétrica.

Finalmente, la reintegración cromática devolvió la unidad a toda la obra, puesto que las pérdidas de capa pictórica y la tonalidad gris que mostraba, distorsionaban la estética clasicista de la capilla. Toda la actuación fue realizada con materiales de conservación pertinentes, libres de plásticos.

Durante 2023 también se intervinieron los lienzos laterales, dedicados a Sant Pasqual Bailón y Sant Felipe Neri. La intervención fue ejecutada por el Taller de Restauración del Obispado de Mallorca, que también se ha encargado de restaurar el retablo de la capilla este 2024. La restauración completa del retablo ha supuesto no solo la intervención de la estructura arquitectónica del mueble, sino también de las esculturas y la pintura sobre tela del ático.

Cada una de estas intervenciones ha supuesto una metodología adaptada al apoyo material y la técnica utilizada. En general, el retablo se encontraba en un estado de conservación delicado, debido a la afectación de la hormiga blanca sobre los elementos de madera. Siguiendo los criterios establecidos en el proyecto de restauración y que marca la legislación, la intervención, en términos generales, ha constado de limpieza mecánica, desinsectación o desinfección -en los casos necesarios-, consolidación, reintegración escultórica y, o bien, volumétrica en determinados puntos marcados.