Andalucía

Teresa Rodríguez ve a España retrógada por multar la procesión de la vagina: «Viva el coño insumiso»

La líder de Anticapitalistas y expresidenta de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, se ha mostrado en contra de la multa de 2.700 euros para una de las organizadoras de ‘la Gran procesión del Santo Chumino Rebelde’.

Esta procesión, que recorrió las calles principales de Málaga el 8-M de 2013, Día de la Mujer, con una vagina de plástico gigante simulando la imagen de una virgen y leyendo versiones vejatorias del Credo y el Ave María, fue denunciada por la Asociación de Abogados Cristianos y condenada finalmente por delito contra los sentimientos religiosos, aunque se le absuelve de los delitos de odio y de provocación a la discriminación que también se le imputaban. La asociación que impuso la denuncia pedía 12 meses de prisión y multa para la acusada.

Rodríguez ha valorado este martes en sus redes sociales la condena del Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga y acusa a España de ser un país retrógado: «Condenada por procesionar una vagina de plástico en una mani del 8M, ¿En qué país vivimos? ¿En qué siglo? Dicen barbaridades sobre nosotras en sus sermones y nosotras tenemos que soportar el acoso del lobby de los abogados cristianos. #VivaElCoñoInsumiso».

Ofensas gratuitas e innecesarias

La Asociación de Abogados Cristianos celebró el fallo en un comunicado de su presidenta, Polonia Castellanos: «Las ofensas gratuitas, innecesarias y deliberadas contra los católicos no pueden quedar impunes si queremos vivir en un estado democrático».

La procesada se declaró inocente en el juicio y aseguró que no pensó que pudiera ofender a los católicos y que no era su intención hacerlo, sino que pretendía defender los derechos de las mujeres. Pero el juzgado ha visto indicios de escarnio, «consistente en la burla tenaz que se hace con propósito de afrentar una clase de injuria consistente en ridiculizar los sentimientos religiosos» y, asegura, «queda más que acreditado», tanto por los signos externos como los usos de elementos de vestir, los rezos y las expresiones utilizadas, apunta.

El cortejo llegó a detenerse ante la Catedral y el Palacio Episcopal, portando en todo momento el trono la acusada, «quien en compañía de los otros participantes emitía proclamas como ‘vamos a quemar, vamos a quemar la Conferencia Episcopal’». Durante el acto, la acusada, no solo portaba la vagina gigante, «sino que a viva voz, leyó, usando el móvil, un texto» basado en el Credo y en el Ave María, pero modificados, según se señala.