Andalucía

La Policía Nacional detiene a un histórico narcotraficante del cártel de Cali asentado en Marbella

Un histórico narcotraficante holandés de origen colombiano perteneciente al cártel de Cali ha sido detenido por la Policía Nacional en Málaga, donde contaba con una vivienda de lujo en Marbella en la que se había instalado huyendo de la presión policial en su anterior residencia en los Países Bajos.

Al detenido, que fue socio del número uno en la lista de objetivos de la Interpol, se le atribuye el blanqueo de capitales a gran escala y se calcula que podría haber movido más de 6 millones de euros en criptomonedas, en dinero procedente del tráfico de drogas, según ha informado este domingo la Policía en un comunicado.

La actuación, que ha desarrollado la Policía Nacional en colaboración con la Policía de Países Bajos y de la Agencia Tributaria, es el resultado de una investigación iniciada en 2018 al conocer que estaba asentado en Málaga un grupo criminal  relacionado con históricas figuras del narcotráfico ubicadas en diferentes países europeos.

Los agentes averiguaron que uno de los responsables de la red, que durante muchos años había actuado como representante en Europa del cártel de Cali, principalmente en Reino Unido y Países Bajos, se había asentado en Marbella durante el verano huyendo de la presión policial en Países Bajos, lo que motivó el inicio de una operación conjunta entre las autoridades de ambos países.

Durante las pesquisas, las autoridades neerlandesas detectaron que la actividad ilícita del detenido se había transformado, ya que había pasado de ser intermediario directo en operaciones de narcotráfico a realizar labores de blanqueo de capitales relacionadas con el tráfico de cocaína.

Para ello, el detenido hacía uso de criptomonedas y había llegado a crear una empresa dedicada al comercio de las mismas.

Las autoridades holandesas calcularon que podría haber movido más de 6 millones de euros a través de este tipo de divisas y no habría declarado estos movimientos a las autoridades fiscales de ese país, al existir indicios del origen ilícito de este dinero.

Cuando averiguaron que se había trasladado a España, se inició una operación conjunta para esclarecer el entramado ilícito y detener al investigado, que se había instalado en una vivienda de lujo de Marbella desde donde controlaba todo el entramado comercial criminal.

Los agentes determinaron que ocultaba gran cantidad de dinero, tanto en efectivo como en criptomoneda en sus dos residencias, una de ellas situada en Delft, cerca de la ciudad holandesa de Róterdam, y la otra en Marbella.

Fruto de esta operación, los agentes se incautaron en España de 85.000 euros en metálico, tres relojes de lujo -uno de ellos valorado en más de 17.000 euros y otro en 8.000-, más de 15 tarjetas de crédito -algunas con acceso a cuentas de criptomoneda-, documentación, ordenadores y teléfonos móviles desde los que operaba y además se embargó una cuenta bancaria y tres vehículos, uno de ellos de alta gama.

En Países Bajos se intervinieron 170.000 dólares en criptomoneda y numeroso material documental e informático, incluidas varias billeteras de criptomoneda cifrada.