Mel Gibson revela qué papel le ofreció hace años Martin Scorsese: «No voy a hacer eso»
El veterano actor y director le dijo que no al gran cineasta de 'Uno de los nuestros'.
Un falso Mel Gibson engatusa a una española: le mandaba mensajes de amor cada noche
La advertencia de Mel Gibson al actor de ‘La pasión de Cristo’: «No volverás a trabajar en esta ciudad»
Dura casi dos horas y es la comedia española más graciosa: sólo la puedes ver en esta plataforma
Iker Jiménez desaparece de 'Cuarto Milenio' con un mensaje: "No hay que dar a nadie por sentado"
Después de crucificarlo en la industria por sus múltiples polémicas, parece que Hollywood ya está en una fase de reconciliación con Mel Gibson. La matización, excluye por el momento un perdón definitivo, pues la promoción de su última película Amenaza en el aire, excluyó su nombre el primer tráiler oficial. Algo que podría resultar anecdótico pero que en realidad, no es una práctica nada común en el negocio de la meca del cine. Sobre todo teniendo en cuenta que en su vitrina tiene dos Premios Oscar por Braveheart; uno a la Mejor dirección y otro a la Mejor película. Dicho lo cual, por lo menos ahora el australiano puede seguir trabajando tanto en encargos de distintos estudios como en proyectos tan personales como Arma letal 5 y La resurrección de Cristo, ambas programadas para proyectarse en cines en 2026. Por ello, mientras hablaba del futuro de su regreso a la historia de Jesús, Gibson recordó cómo tuvo que decir que no a uno de los largometrajes más polémicos de Martin Scorsese.
Mucho antes de que la estrella de Mad Max se pusiese detrás de las cámaras, el director de Uno de los nuestros afrontó una de sus producciones más ambiciosas y controvertidas. Hablamos cómo no de La última tentación de Cristo, un relato basado en la novela homónima de Nikos Kazantzakis que el cineasta italoamericano adaptó junto al guionista de Taxi driver, Paul Schrader. Disponible actualmente en Filmin, el entramado bíblico configuraba la posibilidad de una vida paralela de Jesús de Nazaret en el que se pensaba bastante eso de sacrificarse por el resto de los hombres. Scorsese terminaría siendo nominado en la categoría de mejor director, a pesar de que varias congregaciones intentaron impedir la llegada del filme a las salas, además de ser vetada en varios países por organizaciones ultraconservadoras. La cinta terminó siendo protagonizada por Willem Dafoe, en una decisión de casting bastante acertada, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de villanos y de antagonistas que hasta ese momento había encarnado el intérprete. Eso sí, antes del fichaje del actor fetiche de Wes Anderson, Scorsese tenía entre sus pobladas cejas una idea muy diferente: tener a Mel Gibson como una versión más humanizada de Jesucristo.
Mel Gibson expresó un claro «no»
En una reciente entrevista, Gibson relató cómo fue su reunión con Scorsese a finales de los 80. Ambos coincidieron en el mismo hotel y por aquel entonces, el actor ya comenzaba a interesarse en la dirección. Debutando en 1993 con El hombre sin rostro, su talento tras las cámaras fue tempranamente compensado dos años después, gracias a Braveheart. Sin embargo, tardaría bastante en volver a asumir el liderazgo de una superproducción y cuando lo hizo en 2004 con La pasión de Cristo, la meca del cine no le perdonó su retrato visceral del calvario del mesías. Una visión francamente diferente a lo que años atrás había escenificado el director de Infiltrados y El lobo de Wall Street.
Todo eso sucedió mucho después de la emancipación autoral de Gibson y por tanto, la idea primigenia de Scorsese era que el rostro del actor fuese tentado por el diablo en la versión del trabajo de Kazantzakis.
Conversando en el podcast de Joe Rogan Experience, la estrella de 69 años reveló cómo estando en un hotel de Savoy sufrió una intoxicación alimentaria por comer una ostra en mal estado en Londres y mientras estuvo recluido en el lugar, el cineasta reclamó su atención:
«Mientras estaba allí, Scorsese llamó a la habitación y dijo ‘Ven aquí, quiero hablar contigo’. Fui y hablé con Martin y él estaba en su habitación y todas las ventanas y pantallas estaban dibujadas. Tenía 18 televisores diferentes encendidos al mismo tiempo en esa habitación oscura. Em estaba hablando de La última tentación de Cristo y quería que interpretase a Jesús y yo dije ‘Vaya, no voy a hacer eso’».
Aprueba la interpretación de Dafoe
Aunque no fuese un perfil apropiado para él, instantes después Mel Gibson le dijo a Rogan que Dafoe estuvo francamente bien en su desempeño: «Hizo algo que creo que nadie más hizo y creo que lo logró porque yo lo creí totalmente. Se vació de sí mismo. Invitó a algo más a entrar. Meditó y dejó entrar a Cristo».
Amenaza en el aire llegará a los cines el próximo 28 de febrero. En cambio, para poder ver La resurrección de Cristo tendremos que esperar hasta 2026.