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Ana Rosa destapa el machismo del PSOE: «En privado cosifican lo que defienden en público»

Quintana: "El PSOE ha volado por los aires las promesas de regeneración y de feminismo"

Ana Rosa Quintana ha dedicado su editorial del 16 de junio a destapar la doble moral del PSOE y del Gobierno de Pedro Sánchez con respecto al feminismo: «La Carlota se enrolla que te cagas. La Ariadna está perfecta, la colombiana también.  Son dos de las frases de Koldo y Ábalos repartiéndose mujeres. Estas frases ponen de manifiesto el doble rasero ideológico de un PSOE que vino para la regeneración. Estas expresiones dejan a la vista el trampantojo ideológico de un partido cuyos ministros apoyan en público el Me too, el feminismo, la igualdad, y en privado cosifican lo que defienden en público. Un andamiaje ideológico que en realidad es un relato de ficción. Ese es el problema. Que todo se sustenta en consignas, en la nada. Una nadería ideológica que tampoco deja en buen lugar a las ministras que bailan el agua al machismo. El casting de señoritas se realizó el primer día de campaña tras el 8-M. Un 8M cuya pancarta sujetaba Begoña Gómez rodeada de cuatro ministras en un momento en el que el PSOE batallaba con Podemos por abanderar el feminismo».

Ana Rosa Quintana ha centrado el editorial del 16 de junio en el caso de corrupción que en vuelve al PSOE: la prostitución que José Luis Ábalos y Koldo García han pagado, la tensa situación en la que Pedro Sánchez está envuelto y el hecho de que Santos Cerdán, aún habiendo pasado el fin de semana, no ha entregado su acta de diputado ni abandonado su puesto del todo.

Ana Rosa Quintana y Pedro Sánchez.

«Buenos días. La Carlota se enrolla que te cagas. La Ariadna está perfecta, la colombiana también. Son dos de las frases de Koldo y Ábalos repartiéndose mujeres. Dice un tuitero que el principal damnificado de esta trama va a ser Santiago Segura porque van a hacer que Torrente 6 parezca un documental. Estas frases ponen de manifiesto el doble rasero ideológico de un PSOE que vino para la regeneración. Estas expresiones dejan a la vista el trampantojo ideológico de un partido cuyos ministros apoyan en público el Me too, el feminismo, la igualdad, y en privado cosifican lo que defienden en público. Un andamiaje ideológico que en realidad es un relato de ficción. Ese es el problema. Que todo se sustenta en consignas, en la nada. Una nadería ideológica que tampoco deja en buen lugar a las ministras que bailan el agua al machismo. El casting de señoritas se realizó el primer día de campaña tras el 8-M. Un 8M cuya pancarta sujetaba Begoña Gómez rodeada de cuatro ministras en un momento en el que el PSOE batallaba con Podemos por abanderar el feminismo», ha comenzado.

Ana Rosa Quintana.

Ana Rosa Quintana ha continuado diciendo: «El PSOE ha volado por los aires las promesas de regeneración, de feminismo, de lucha contra la corrupción. Era todo mentira. ¿Qué criterio ha seguido Sánchez a la hora de elegir a su gente de confianza? Le ha dado todo el poder del partido y del Gobierno a puteros mafiosos. Se ha venido todo abajo como un castillo de naipes mientras vemos cómo el presidente tiene imputada a media familia y a su círculo más cercano. Este fin de semana le ha cundido mucho a Santos Cerdán. Aún no ha entregado el acta de diputado, sigue aforado, militante del partido, con coche oficial, con escolta, con acceso a su despacho, y le ha dado tiempo a ir con un martillo a Ferraz. Y a borrar los móviles y tirar el ordenador al Manzanares. Sánchez dio una rueda de prensa maquillado por Tim Burton haciéndose el mártir, como si no conociera de nada a la gente que le acompaña desde hace una década. Y lo hizo en Ferraz, como si la corrupción fuese cosa del partido y no del Gobierno. Como si los contratos públicos no los adjudicara Moncloa. Sánchez se ha quedado sin cortafuegos».

Ana Rosa Quintana y Pedro Sánchez.

Por último, la presentadora explicaba: «Hoy El Mundo publica que el PSOE intentó comprar el silencio de Ábalos a cambio de pagarle el abogado y un contrato en una consultoría. Esto es lo que Sánchez llama tolerancia cero».