Sociedad

Se suicida el padre de la víctima del kamikaze de la M-50 tras conocer la sentencia

El pasado 15 de octubre se hacía pública la sentencia contra el kamikaze de la M-50 que acabó con la vida de Víctor López en septiembre de 2019: fue condenado a ocho años de cárcel por homicidio. Hoy, poco más de dos semanas después, conocemos que el padre de la víctima se suicidó el pasado martes.

Víctor sólo tenía 20 años cuando Kevin C. B. se le cruzó en su camino y acabó con su vida. El joven se dirigía a su tercer día de trabajo en un hipermercado de San Fernando de Henares cuando el coche del condenado se chocó con él mientras circulaba en dirección contraria.

Su padre nunca lo superó. Entró en una larga depresión y tras conocer que el asesino de su hijo sólo pasará, como máximo, ocho años en prisión, ha decidido acabar con su vida. Este martes por la noche se ahorcó en una cancha de baloncesto de Rivas Vaciamadrid, tal y como ha avanzado El Español.

La sentencia

Kevin C. B. fue condenado a ocho años de cárcel por el homicidio de Víctor López. En la sentencia, los magistrados condenan al joven como autor de un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un delito de homicidio doloso, con la atenuante de reparación del daño.

El abogado de Kevin recurrirá el fallo. En concepto de responsabilidad civil, tenía que indemnizar con 100.000 euros al padre y 110.000 a la madre del joven fallecido. De igual modo debe indemnizar con 100.000 euros a la pareja de la víctima.

El fallo se asienta en los hechos declarados probados por el jurado popular del juicio, que declaró a Kevin C. B. culpable de un delito de homicidio doloso y no imprudente como pedía la defensa del condenado.

El dolo eventual se apreció debido a que el conductor tuvo que haberse representado e imaginado que, al subirse a su coche con unas copas de más e ir en dirección contraria con exceso de velocidad, podría ocasionarle la muerte a alguien y, pese a prever ese posible resultado, mantuvo su acción.

También los nueve miembros del tribunal de jurado consideró al acusado culpable de conducción temeraria y de conducir bajo los efectos del alcohol.

En su última palabra, Kevin mostró su arrepentimiento por el «error» que cometió cuando decidió subirse a su coche con unas copas de más. Sobre el accidente, manifestó en su declaración que no recordaba nada, solo que tenía sueño y que quería volver a casa tras una noche de copas con amigos.

Su defensa sostenía que se trató de una imprudencia al no asumir el riesgo que se podía producir al ir bajo los efectos del alcohol y con exceso de velocidad.

En su declaración, el acusado manifestó que no recordaba nada de esa mañana tras venir de una noche de fiesta en un karaoke con sus amigos, solo que tenía sueño y que se saltó la salida de su casa.