Sociedad
'Operación Camerita'

Un conductor VTC acusa de secuestro a un amigo tras gastar con él su recaudación en drogas y orgías

La Policía Nacional quiere concienciar a la sociedad de la gravedad de las simulaciones de delito.

La Policía Nacional ha detenido este martes en Fuengirola a un hombre acusado de simular un secuestro y un falso robo después de haber gastado la recaudación de la empresa en drogas y en un club de alterne.

Según la versión del detenido, un conductor con licencia VTC, fue agredido y amenazado por un cliente. Tal y como declaró, el cliente le llevó a un club de alterne en contra de su voluntad tras intimidarle y robarle. También declaró que dicho cliente le obligó a vender una moto y entregarle el dinero obtenido por la venta.

El ahora detenido relató a los agentes que dicho cliente le forzó a consumir drogas y que, tras gastarse todo el dinero que tenía incluyendo la recaudación de su jornada laboral, le obligó a desplazarse en taxi hasta casa de un amigo para venderle una moto. Allí, y siempre según la versión del denunciante, bajo coacciones realizó la venta entregándole el dinero obtenido en la transacción con el fin de que siguiera consumiendo droga y manteniendo relaciones sexuales con las mujeres del club, han informado desde la Policía Nacional.

Justamente cuando su captor decidió finalizar en el club, le obligó a subirse con él en un taxi que los llevó hasta un garaje donde el supuesto agresor, tras amenazarle, le introdujo de forma violenta en un trastero durante varias horas.

Hasta vendió su moto 

Por los hechos relatados, los investigadores iniciaron la ‘operación Camerita’ para tratar de esclarecer los hechos y, tras numerosas pesquisas, los agentes pudieron determinar que el denunciante no estuvo retenido en contra de su voluntad en ningún momento y que había entregado el dinero de la venta de su motocicleta voluntariamente, como consecuencia de un trato que habían realizado anteriormente.

Además, han indicado desde la Policía Nacional, se pudo demostrar que todo lo ocurrido surgió de una noche en la que la supuesta víctima y el presunto agresor, que se conocían con anterioridad, decidieron ir a un club de alterne y allí, tras consumir drogas, mantuvieron relaciones con varias de las mujeres del club.

Después de la noche de fiesta, donde el denunciante se gastó el dinero de la recaudación de la empresa para la que trabajaba y el dinero de la venta de su moto, decidió denunciar a su compañero de juerga con el fin de justificar el gasto realizado y el lugar en el que permaneció durante todo el tiempo. Con todos los indicios recabados, los agentes detuvieron al denunciante por un delito de simulación de delito.

La Policía Nacional quiere concienciar a la sociedad de la gravedad de las simulaciones de delito no sólo por el perjuicio de dedicar recursos públicos a la investigación de denuncias falsas, sino porque dichos recursos públicos materiales y humanos son detraídos de la investigación de delitos y faltas reales. «Fingir ser víctima de un ilícito penal constituye un delito», han recalcado.