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El 70% de los pacientes con cáncer necesitará biomarcadores, pero el sistema no garantiza su acceso

Los biomarcadores han supuesto un punto de inflexión en el abordaje de los tumores sólidos

Los biomarcadores han supuesto un punto de inflexión en el abordaje de los tumores sólidos. Son sustancias que pueden detectarse en sangre, fluidos, tejidos o células y que son capaces de reflejar la presencia, pronóstico o evolución de una enfermedad. Su identificación resulta esencial porque las alteraciones genéticas y genómicas que revelan pueden orientar la elección del tratamiento más eficaz, dirigido hacia ese tipo de cáncer en concreto.

Pero a pesar de los avances científicos y tecnológicos en el ámbito de la oncología, España aún no ha logrado garantizar una equidad real en el acceso a los biomarcadores entre comunidades autónomas. La falta de una estrategia nacional homogénea por parte del Ministerio de Sanidad provoca que el acceso a estas pruebas —clave para el diagnóstico, pronóstico y tratamiento personalizado del cáncer— dependa en gran medida del lugar de residencia del paciente. Esta desigualdad territorial limita la posibilidad de que todos los ciudadanos se beneficien por igual de los progresos en medicina de precisión, comprometiendo la equidad y la eficiencia del sistema sanitario público.

De hecho, el desarrollo de la investigación en biomarcadores es un campo estratégico, ya que siete de cada diez personas con cáncer necesitarán una prueba de biomarcadores para acceder a una terapia oncológica adaptada a las características moleculares de su tumor. Sin embargo, el valor de estos va más allá de la elección terapéutica, abarcando la dimensión del derecho del paciente y la necesidad de una implementación homogénea en la atención pública del cáncer a nivel nacional.

La jornada promovida por Roche, estructurada en torno a tres ejes fundamentales, permitió actualizar y compartir información clave sobre el papel de los biomarcadores: el valor diagnóstico y terapéutico de estos en oncología; la incorporación de los biomarcadores en la práctica clínica y en la atención pública del cáncer; y la visibilización del “viaje de la muestra”, que permitió enseñar a los participantes el proceso completo de gestión, diagnóstico y análisis de las muestras de biomarcadores, desde la toma de la misma en el hospital.

El papel de los biomarcadores en oncología

Durante la jornada, expertos presentaron los últimos avances en el diagnóstico de biomarcadores, analizando su valor tanto diagnóstico, pronóstico y terapéutico. La doctora Lara Pijuan, jefa de Servicio de Anatomía Patológica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, abordó los desafíos y los avances en la aplicación de biomarcadores en oncología, destacando su papel fundamental para personalizar tratamientos y mejorar los resultados en salud.

«En la medicina actual, los biomarcadores desempeñan un papel esencial porque permiten detectar el cáncer, clasificarlo, evaluar su pronóstico y cuantificar procesos biológicos y patologías. En hospitales de referencia como el nuestro, contar con este tipo de pruebas resulta determinante para lograr un diagnóstico precoz, decidir el mejor tratamiento, monitorizar la evolución de las enfermedades y valorar la respuesta a terapias. En definitiva, son una herramienta clave para optimizar la atención médica y favorecer el desarrollo de terapias más eficaces», afirmó la doctora Pijuan.

Retos para su integración en el sistema público

Una de las sesiones clave fue la que exploró cómo los biomarcadores se incorporan al sistema público de salud. El doctor Ignacio Blanco, coordinador del Programa de Asesoramiento y Genética Clínica del Hospital Germans Trias de Badalona, explicó los pasos necesarios para integrar estos avances en la atención sanitaria, asegurando que el uso de biomarcadores sea accesible para todos los pacientes y esté alineado con las políticas públicas de salud.

«Los biomarcadores se han consolidado como una solución coste-eficiente a largo plazo en su aplicación. En este contexto, es crucial alcanzar acuerdos para establecer modelos de financiación, realizar evaluaciones periódicas de resultados, y determinar el coste, la efectividad y la seguridad de los nuevos marcadores. Además, debemos seguir invirtiendo en investigación», destacó el experto, quien añadió que «es esencial asegurar el acceso de los pacientes a los biomarcadores, ya que, si no resolvemos este aspecto, la brecha entre los avances científicos, su impacto y su implementación clínica continuará ampliándose. Debemos promover su conocimiento por parte de la sociedad y la equidad en beneficio del paciente».

Finalmente, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca cómo se gestionan y procesan las muestras de biomarcadores en las instalaciones de Roche Diagnostics, durante una visita guiada que mostró el proceso completo, desde la toma de la muestra hasta el diagnóstico, análisis y la elaboración del informe final.

Un espacio para el diálogo

El evento, que fue un punto de encuentro para asociaciones de pacientes, expertos y representantes del sector sanitario, facilitó un espacio abierto al diálogo y a la reflexión sobre los retos actuales y las perspectivas futuras de los biomarcadores en el cáncer. Durante la jornada, se resolvieron dudas, se compartieron experiencias y se discutieron las mejores prácticas para asegurar que los biomarcadores lleguen a los pacientes de manera efectiva y eficiente.

«Resulta innegable la necesidad de seguir avanzando en la investigación de los biomarcadores y en la colaboración entre todos los actores implicados en el tratamiento del cáncer. En este sentido, en Roche reafirmamos nuestro compromiso con la innovación y la mejora continua en el abordaje del cáncer, destacando la relevancia de seguir impulsando el conocimiento y la cooperación en este campo», indicó Federico Plaza, director de Relaciones Corporativas y Asuntos Públicos de Roche Farma España.

Asimismo, Patricia Doliwa, responsable del Área de Patología y Molecular de Roche Diagnostics España, señaló que «es importante promover un lenguaje común y entendible para hacer accesible el valor diagnóstico y terapéutico de los biomarcadores. Solo a través de esta educación sanitaria podemos potenciar la capacidad del paciente para participar activamente en las decisiones sobre su cuidado».