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Bizcocho de queso y yogurt

El día está lleno de oportunidades para disfrutar de un rico postre. Algunos prefieren el desayuno, ya que tienen el resto del día para quemar calorías. Otros prefieren que un rico bizcocho de queso y yogurt sea el cierre perfecto para sus comidas. También están las meriendas de las tardes, ese momento en el que se hace casi imposible ignorar la necesidad de comer algo dulce. Esta receta es ideal para darse gusto en todas esas ocasiones.

En el aspecto nutritivo, esta elaboración combina los principios activos de los lácteos y los nutrientes de los huevos. Además, el limón siempre aporta un toque ácido que combina muy bien con el yogurt y el queso.

Ingredientes:

Cómo preparar bizcocho de queso y yogurt:

  1. Precalentar el horno a 180ºC.
  2. Cascar los huevos uno a uno por separado, por si hay alguno malo que pudiese dañar la mezcla. Separar las claras de las yemas.
  3. Poner las yemas en un bol. Agregar el azúcar y batir a alta velocidad durante unos cinco minutos. Parar cuando la mezcla haya aumentado de tamaño y haya tomado un color pálido.
  4. Agregar la leche. Continuar batiendo a velocidad media hasta que se integre por completo. Luego, agregar el yogurt y repetir el mismo procedimiento. Cuando se haya homogeneizado, agregar el queso crema. Batir y bajar la velocidad al mínimo.
  5. Agregar la harina pasándola primero por un tamiz para evitar grumos en la mezcla. Agregar también la levadura.
  6. Batir por separado las claras a punto de nieve y agregar de manera envolvente. Hacerlo de esta manera garantiza que el bizcocho quede más esponjoso.
  7. Por último, añadir la ralladura del limón.
  8. Engrasar un molde para hornear con mantequilla o aceite y verter la mezcla. Hornear durante una hora. Pasado este tiempo, introducir un palito. Si sale limpio, el bizcocho está listo. De lo contrario, darle un poco más de tiempo. Cuando esté, retirar del horno y dejar enfriar.
  9. Desmoldar y espolvorear azúcar glas para decorar.

Prepara este delicioso bizcocho en casa y tendrás la merienda perfecta para los amantes de los postres sencillos. Es muy suave y esponjoso. Si tienes una ocasión especial como un cumpleaños, puedes llevar la receta un poco más allá y preparar alguna cubierta o relleno. El chocolate y el dulce de leche le quedan muy bien; también puedes optar por una crema de limón suave.