Opinión

El balance que Sánchez no contó

El presidente del Gobierno compareció a finales de año para hacer balance del mismo. Para él, todo está bien o en vías de estarlo: dice que la economía crece robustamente, que la recuperación está en marcha y que ha cumplido con más del 50% del contenido del pacto de Gobierno con sus socios podemitas.

Sin embargo, la realidad es otra, especialmente en materia económica, que es lo que ha obviado el presidente Sánchez.

Todas las instituciones, nacionales e internacionales, que realizan predicción económica coinciden en que España será el país desarrollado que más tardará en recuperar los niveles previos a la pandemia. Eso no es fruto de la casualidad, sino a la equivocada política económica -en ocasiones, incluso sin rumbo fijo- del Gobierno del presidente Sánchez.

Así, desde que fue investido Sánchez como presidente del Gobierno, tras la moción de censura de mayo de 2018, ha aplicado una política económica que se ha alejado de los parámetros establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, relativo a las condiciones para mantener una convergencia económica que hiciese posible la convivencia armónica de los países que integran el euro en materia económica, elemento imprescindible al haber entregado todos ellos la política monetaria y mantener la política fiscal.

Esos criterios nunca fueron un capricho, sino la forma de asegurar que las medidas de política monetaria que tomase el Banco Central Europeo, que lo hace en función de lo que más conviene a la media de la eurozona, afectasen a todos los países por igual, y la única manera de garantizarlo era que todos los países se comportasen de manera muy similar.

¿Y qué ha originado esa política económica errónea? Lo siguiente:

En definitiva, la situación es muy preocupante, cada vez más. No sólo el Gobierno quiere aplicar políticas de gasto desmedido e impuestos altos, sino que, con su gestión de la crisis, nos ha llevado a la aplicación de políticas medievales que han arruinado nuestra estructura económica, haciendo mucho más difícil y lenta la recuperación de nuestra economía. Es una política económica equivocada, cuyo responsable final es Sánchez, con la dirección en la política económica de la vicepresidenta Calviño, que nos conduce hacia el estancamiento.