Desafío Ártico finaliza alertando sobre el retroceso glaciar y el futuro del perro groenlandés
"Cada vez se derrite antes el mar", repiten con preocupación los inuits
La expedición, planificada para recorrer 400 km tuvo que ajustar su ruta debido al deshielo
Desafío Ártico busca concienciar acerca del cambio climático y la importancia del perro groenlandés en la cultura inuit
Hace poco más de un mes despedíamos a Manuel Calvo desde el plató de OKDIARIO antes de emprender su décima expedición Desafío Ártico, en una entrevista en la que nos abría los ojos sobre la situación ambiental de este inhóspito lugar del planeta, sus habitantes y sus inseparables perros groenlandeses.
Calvo ya ha regresado de esta dura aventura marcada por las evidencias directas del cambio climático en Groenlandia, que ha puesto de manifiesto el papel esencial que juegan el perro groenlandés en la cultura inuit y la preservación del ecosistema del Polo Norte.
Ya conocemos que la décima expedición de Desafío Ártico, una iniciativa promovida por la Fundación DingoNatura y Maratondog, ha llegado a su fin. Una edición que comenzó el 21 de abril en Málaga, desde donde el equipo se desplazó pasando por Copenhague y diversas localidades de Groenlandia hasta establecer su campamento base en Ǫaanaaq.
La misma fotografía 10 años después
El objetivo era alcanzar Siorapaluk, el asentamiento habitado de forma natural más septentrional del planeta, para repetir una fotografía tomada en 2015 para documentar visualmente el retroceso glaciar. Una instantánea que repite viaje tras viaje, tal y como nos contó Manuel en la entrevista concedida a OKGREEN.
En un inicio, la expedición estaba planteada para recorrer aproximadamente 400 kilómetros por Groenlandia, pero debido al deshielo prematuro y a las temperaturas anormalmente elevadas para la época, hubo que cambiar la ruta.
Perros y trineos
Finalmente, el equipo recorrió 250 kilómetros hasta la localidad de Ǫeqertaq, acompañado por tres inuits locales (Niels Miunge, Gustav Simigaq y Ǫuma Kvist), 36 perros groenlandeses y tres trineos tradicionales.
Esta forma ancestral de desplazamiento se mantiene viva gracias al compromiso de las comunidades inuit, que continúan transmitiendo una tradición esencial para la vida en Groenlandia.
Condiciones extremas
«Las condiciones extremas que encontramos en el camino nos obligaron a cambiar el rumbo, pero teníamos claro el objetivo. Aunque tuvimos que adaptarnos al pésimo estado del hielo marino, seguimos adelante para recorrer Groenlandia y mostrar los efectos del cambio climático, demostrando el papel esencial del perro groenlandés», explica Calvo, líder de la expedición.
Según los expedicionarios, «uno de los momentos más emotivos del trayecto fue compartir el trineo con Viktoria, la niña que da nombre a la expedición de este año y cuya presencia simboliza el legado que se desea preservar para las futuras generaciones».