DGT

Multas de hasta 5.000 euros si haces esto en tu autocaravana: todos lo hacen y la DGT lo sabe

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, viajar en furgoneta camper o autocaravana ha pasado a ser una forma de turismo cada vez más extendida en España. Lo que muchos no saben, sin embargo, es que dormir en el interior de un vehículo estacionado está sujeto a normas que, si se incumplen, se pueden traducirsen multas elevadas. La Dirección General de Tráfico (DGT) y las ordenanzas municipales han comenzado a prestar mucha atención a este fenómeno, debido al impacto ambiental y social que puede generar la masificación de estos vehículos en ciertos puntos del país.

Muchos viajeros creen que con aparcar correctamente ya están cumpliendo la ley, pero la realidad es mucho más compleja. Uno de los principales problemas es la falta de claridad entre dos términos clave: pernoctar y acampar. Aunque a primera vista parezcan sinónimos, legalmente representan situaciones muy distintas. La pernocta se refiere a dormir dentro de un vehículo que está correctamente estacionado, sin desplegar ningún elemento exterior ni generar molestias. En cambio, acampar implica una ocupación del espacio público con elementos como toldos, sillas, mesas o abrir ventanas abatibles que sobresalgan del perímetro del vehículo.

Pero hay zonas, como las Islas Baleares, donde las restricciones son aún más duras. Debido a la alta presión turística y a los problemas de acceso a la vivienda que viven muchos residentes, las autoridades han establecido multas que pueden alcanzar los 1.500 euros por estacionar y dormir en un lugar no autorizado. En estos casos, no importa que el vehículo esté bien aparcado: si las ordenanzas locales prohíben la pernocta, hacerlo puede conllevar una fuerte penalización económica.

Para evitar problemas, es fundamental tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, el tipo de lugar donde se estaciona. Hay municipios que permiten la pernocta, mientras que otros la restringen incluso en parkings o zonas alejadas. Además, el comportamiento del viajero es clave. Si hace ruido, genera basura, extiende toldos o utiliza generadores, la situación deja de ser una simple parada para convertirse en acampada ilegal.

También es importante observar el tiempo de permanencia. Estacionar durante muchas horas en el mismo lugar puede levantar sospechas y dar lugar a intervenciones por parte de la policía local. Por eso, conviene moverse con frecuencia, evitar lugares sensibles como parques naturales o zonas urbanas congestionadas, y buscar siempre espacios habilitados para autocaravanas o furgonetas camper.

«Una autocaravana está estacionada cuando esté aparcada, en un lugar permitido, sin sobrepasar las marcas viales de delimitación de la zona de estacionamiento, ni la limitación temporal del mismo, si la hubiese. No es relevante, en este caso, el hecho de que sus ocupantes se encuentren en el interior del mismo, bastando con que la actividad que pueda desarrollarse en su interior no trascienda al exterior mediante el despliegue de elementos que desborden el perímetro del vehículo tales como tenderetes, toldos, dispositivos de nivelación, soportes de estabilización, etc», señala la DGT.

Consejos para evitar sanciones

La mejor forma de evitar problemas legales es la información. Antes de iniciar un viaje, es recomendable consultar las ordenanzas municipales de las zonas por las que se va a circular. En internet existen páginas y aplicaciones como Park4Night o Campercontact que ofrecen información actualizada sobre lugares permitidos para pernoctar y acampar, así como valoraciones de otros viajeros.

También es buena idea planificar rutas que incluyan áreas de servicio para autocaravanas, que suelen estar equipadas con agua, electricidad y espacios legales para pasar la noche. Respetar las normas de cada lugar, mantener la limpieza, no ocupar más espacio del necesario y evitar actitudes invasivas ayuda no solo a evitar multas, sino a mejorar la convivencia con los residentes y a preservar el entorno.

Dormir en el interior de una furgoneta o autocaravana puede parecer una solución práctica y económica, pero no está exenta de regulaciones. La línea entre estacionar y acampar es más fina de lo que parece, y cruzarla puede costar caro. Las sanciones, que van desde los 200 hasta los 1.500 euros, son una realidad que muchos viajeros desconocen hasta que ya es tarde.

Informarse, planificar con antelación, respetar el entorno y seguir las reglas locales es la mejor manera de disfrutar del caravaning sin complicaciones. Viajar con libertad también implica responsabilidad, y parte de esa responsabilidad consiste en convivir armónicamente con los lugares que visitamos y con las personas que los habitan. Sólo así este estilo de vida seguirá siendo viable y respetado en el tiempo.