¿Qué tiene que ver conducir con el tenis? Rafa Nadal nos lo cuenta
Vivir emociones fuertes es el pan de cada día para uno de los deportistas más brillantes de nuestra historia, Rafa Nadal. Ya sea en la cancha de tenis o fuera de ella. Y es que, fruto de su relación con Kia, el tenista conduce en su vida diaria -y os aseguramos que es así, no solamente una maniobra de marketing- el que es probablemente el modelo más impresionante jamás creado por los coreanos. Se trata del Kia Stinger, que en su acabado más alto, el que tiene Nadal, esconde en sus entrañas un poderoso motor de gasolina de 3,3 litros, doble turbo y 370 CV de potencia.
No vamos a entrar al detalle en lo que supone un coche que de llevar el logotipo de alguna marca -alemana, para más señas- premium en el frontal se vendería mucho más y por un precio bastante más elevado. Pero sí en la relación que éste guarda con el deporte que ha encumbrado a Rafa Nadal. ¿Se puede comparar lo que se siente al volante con lo que se vive en un partir del más alto nivel? Sí, rotundamente sí. Y no lo decimos nosotros, sino que lo hace el propio Rafa.
“El Stinger es un coche completamente distinto a los Kia que había conducido. Sientes la emoción de conducir un coche de este calibre, me parece un coche espectacular. Sientes la potencia y cuando aprietas un poco el acelerador, la energía que te transmite el coche”, afirma Nadal sobre su ‘juguete’.
En el vídeo que preside estas líneas podrás ver a Rafa Nadal al volante de su Kia Stinger, con un curioso gráfico comparativo acerca de las pulsaciones que alcanza el deportista mientras conduce y mientras juega al tenis. La diferencia entre ambas acciones es mucho menor de la que pueda parecer. Al final, en ambos casos hablamos de emociones fuertes.
