El blog de Paloma García-Pelayo

Cuenta atrás para que Ponce firme el divorcio con Paloma Cuevas

Con la finalización de su temporada taurina, a Enrique Ponce se le acaban las razones para no firmar el acuerdo de divorcio con Paloma Cuevas y esta semana puede ser clave

Paloma Cuevas, Enrique Ponce
Paloma Cuevas y Enrique Ponce / Look

Cerrar una etapa, la suya con Enrique Ponce, es lo que espera Paloma Cuevas pueda cumplirse lo antes posible. Este sábado el diestro cerraba su temporada taurina en Jaén, fecha clave para su todavía mujer que espera que a partir de mañana él firme el acuerdo de divorcio. El matrimonio tomó la decisión de separarse hace ya un tiempo cuando él comenzó una vida paralela con otra mujer y la convivencia familiar se hizo insostenible. En julio pasado se confirmó la noticia vía comunicado. La separación era un hecho. Enrique se había marchado de su casa y el divorcio sería el siguiente paso para poner fin a 24 años de matrimonio. Sin embargo, con los términos del preacuerdo consensuados y rubricados por Cuevas, el torero no ha firmado aún la separación. Un retraso que, de momento, no ha complicado el mutuo acuerdo que ambos han deseado desde el principio. Llega una semana clave para el de Chiva.

Este sábado, el admirado diestro concluía su último compromiso profesional con una corrida homenaje en Jaén y, con la agenda más que despejada, no quedan razones para que no pueda estampar su firma y que el divorcio pueda ratificarse ante un juzgado. Cuevas ha esperado a que llegara el día, sin prisas ni presión alguna, hasta dónde sé, pero los días pasan y esta situación en la que viven no puede eternizarse. Cada uno en su casa y Dios en la de todos. Enrique Ponce se acaba de instalar en un ático en Almería para comenzar una nueva vida con Ana Soria, la andaluza de 22 años de la que se enamoró hace más de un año. El apasionado romance entre la joven estudiante y el torero ha acaparado este verano la mayoría de titulares en diferentes publicaciones y no menos minutos de televisión. Han sido, sin duda alguna, la pareja de un verano atípico y extraño que nos ha tocado vivir por la terrible pandemia de la Covid que tan duro ha golpeado a nuestro país y que, lamentablemente, sigue arrasando en el mundo entero.

Paloma Cuevas es protagonista silenciosa, asimilando una situación que nunca pensó viviría y centrada en su familia. Pero sí tuvo claro desde que conoció la historia de su marido con Ana Soria que su matrimonio había acabado y encaminó los pasos para llegar a un divorcio. Siempre de mutuo acuerdo, compartiendo abogado y con el interés común de decidir lo mejor para la familia. Sin embargo, no parece que los plazos se estén cumpliendo por ambas partes y según me aseguraron hace ya más de dos semanas, Paloma comenzaba a cansarse de esperar a que Kike firmara el divorcio. «Estaba harta y no entiende por qué no lo hace», me confiaban cuando pregunté.

Enrique Ponce, Ana Soria

Enrique Ponce y Ana Soria ya han estrenado su ‘nidito de amor’ en Almería/Gtres

La buena relación que dicen mantener, lo divinamente que se llevan según transmiten, no casa con llegar a un acuerdo y que una de las partes no cumpla como estaba previsto. Hace ya varias semanas me aseguraban que el divorcio llegará más tarde de lo que se esperaba. Van de mutuo acuerdo, sí, pero supongo que ese acuerdo hay que cumplirlo para evitar complicaciones. Cuenta Raquel Perera, ex mujer del cantante Alejandro Sanz en una fabulosa entrevista íntima en la revista ¡Hola!, que su historia de amor no se merecía un final con jueces, que el divorcio al final se torció. No tengo ni un solo dato para poder comparar a los Sanz-Perera con los Ponce- Cuevas, pero sí sé que esta semana es importante y que los plazos hay que cumplirlos. Ella sabe que los medios has seguido la cronología de su separación día a día desde que el pasado 6 de julio confirmaran oficialmente que seguirían caminos diferentes y desde que Enrique Ponce oficializara su relación con Ana Soria desde la primera fotografía con ella, muy pocos días después. No sé si la tregua finalizó este sábado cuando el diestro hacía su último paseíllo de este año en España. Sé que, en agosto, Paloma no podía más con la situación. Habían dejado de ser pareja. Ya se sabe que dos, sí; tres son multitud. La presión mediática le asfixiaba; la realidad, también. Pasado el verano quería el divorcio. Él, también.

Cada uno vive la situación de manera muy diferente; obvio. Enrique Ponce ya convive con su nuevo amor. Paloma se centra en reorganizar su vida junto a sus hijas. Solo hay que ver sus respectivos perfiles de Instagram. Enrique alterna fotografías de faenas taurinas y dedicatorias románticas a su chica. Este viernes protagonizaba un divertido Tik Tok (plataforma líder que permite crear y compartir vídeos cortos, tendencia entre el público joven, especialmente), muy cómplice con Ana que se ha viralizado en redes sociales. Paloma dedica publicaciones a sus hijas, a su madre, a su admirado artista Fernando Botero, a Unicef… Esta semana ha sido muy comentada la imagen en la que aparece su padre, Victoriano Valencia, con Grace Kelly, quien lleva en brazos a la princesa Estefanía de Mónaco, junto a un jovencísimo príncipe Alberto. Algún medio ha interpretado que era un mensaje dirigido a Ana Soria con el que pretendía transmitir algo así como: “Esto es una rubia indiscutible, ¿y con quién estaba? Con mi padre”, en opinión del periodista Federico Jiménez Losantos. Sin embargo, Paloma solo quiere pasar página, que su marido firme de una vez y comenzar nueva etapa. Quien bien lo sabe me asegura que así es y que, repasando algunos álbumes con su padre, quien, como su madre, vive con ella desde el confinamiento, decidió publicar la fotografía con Kelly en honor al torero que fue su padre y a esa época dorada en la que los matadores se relacionaban con reyes, príncipes y la sociedad aristocrática. Victoriano Valencia brindó un toro a la bellísima Grace Kelly, una tarde en Las Ventas. Los príncipes monegascos acudieron después al hotel Palace, donde se alojaba el diestro, para darle la enhorabuena personalmente. Allí nació una amistad que conservaron durante años. Asistieron al 40 cumpleaños de la princesa Grace. La capa española que portaba Victoriano despertó admiración, así como la muleta y el estoque (con el que el príncipe Alberto aparece en la fotografía y con el que aquel día Grace cortó su tarta de cumpleaños) con los que les obsequiaron. Aquel día sonó la música y matador y princesa bailaron un pasodoble español. Cuevas dedicó a su padre, delicado de salud, esa imagen con Kelly, a quien adoraba.

Intento recabar algún detalle por parte de Paloma Cuevas, saber si el retraso pone en peligro el consenso, pero amablemente insiste en mantenerse en silencio. Mis fuentes me aseguran que esta semana será clave en la relación del matrimonio. Con Enrique Ponce tampoco tengo éxito. Estaremos pendiente de esa firma. Comienza la cuenta atrás.

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