Piel

Propiedades y beneficios del ácido glicólico para tu piel

Con los años, la piel pierde elasticidad, se reseca, está tosca. Soluciones como el ácido glicólico aportan vida a la piel. Desubre por qué.

Para tratar arrugas y manchas es perfecto.7
Propiedades y beneficios del ácido glicólico para tu piel

Con los años, la piel pierde elasticidad, se reseca, está tosca y apagada. Y claro salen arrugas y otros defectos. Soluciones como el ácido glicólico nos aportan vida a la piel.

Para tratar arrugas y manchas es perfecto. Descubre las propiedades y beneficios del ácido glicólico en la piel.

El ácido glicólico es un alfahidroxiácido (AHA) que se obtiene de la caña de azúcar y que en cosmética cada vez se usa más especialmente en concentraciones que varían entre el 4% y el 20%.

5 beneficios para la piel

Contra las manchas solares. Es importante realizar un peeling con ácido glicólico porque permite limpiar y también reducir aquellas manchas que se han quedado tras el sol en la época veraniega.

Máximo exfoliante. Otro de los beneficios de este producto es que nos sirve como exfoliante porque así debilita las uniones entre las células de la última capa de la piel y permite la  renovación celular.

Fuera marcas en la piel. No solamente reduce las manchas provocadas por el sol sino que también lo hace con las de acné o pequeños poros que suelen salir y provocar antiestéticas marcas.

Incrementa de la hidratación cutánea. Además aporta un importante efecto hidratante, algo del todo necesario para la piel que permite frenar el envejecimiento prematuro y sobre todo el que se establece por el paso del tiempo.

Reduce las arrugas. Como hemos especificado, uno de sus beneficios es que permite reducir las arrugas que aparecen sobre todo en la frente, entrecejo y las patas de gallo que están alrededor de los ojos.

Cómo se aplica

Es mejor empezar a usar este producto en bajas concentraciones, por ejemplo en un 7% y así la piel se puede ir acostumbrando  a los efectos del ácido glicólico.

En todo caso, debe aplicarse siempre teniendo en cuenta una serie de controles y hacerlo con moderación. No se puede hacer así de forma descontrolada, sino que es mejor que un profesional nos diga las cantidades que nos van bien, según  nuestra piel. Si tienes herpes o estás embarazada se desaconseja.

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