Del príncipe Enrique a Amalia de Holanda: los royals amenazados de muerte

El príncipe Enrique está en peligro. El hijo del rey Carlos III ha sido amenazado por Al Qaeda tras las declaraciones que ha dado en sus últimas memorias. Libro titulado En la sombra que salió a la luz el pasado 10 de enero. Un ejemplar, que como era de esperar, generó una gran expectación, pues a lo largo de más de 400 páginas, el hermano del príncipe Guillermo ha ido narrando cómo fue su infancia, la muerte de la princesa Diana y algunos de los entresijos de la Corona británica. Eso no fue todo porque también confesó que había dado muerte a 25 afganos, motivo por el que está en el punto de mira por la organización terrorista.

En el número 8 de la revista One Unmah, Al Qaeda pide a sus terroristas en una especie de fatua de obligado cumplimiento, que se tomen justa venganza del príncipe Harry, al que se refieren como Al Zanim, por haber reconocido que, durante su participación en la guerra de Afganistán, en el seno de la Coalición Internacional, dio muerte a 25 afganos.

La citada publicación, a la que ha tenido acceso La Razón, cuenta que Al Qaeda considera que sería «una oportunidad para que la Corona británica se vengue de su hijo disidente reduciendo el costo de asegurarlo, y para dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos».

Además, se quejan de que los medios de comunicación occidentales se focalizaran en otros aspectos de las memorias «como si la sangre de los afganos no tuviera el menor respeto en esta mentalidad arrogante, e incluso el propio Al-Zanim se ha referido con racismo inherente a este tipo de seres humanos». Subrayan también que las numerosas críticas que han terminado en polémica por el libro del Príncipe mediante medios británicos han sido ataques a la Corona y no, como entienden ellos, por su «criminalidad a Afganistan».

Por otro lado, afirman que los afganos muertos por el príncipe Enrique, deberían recibir una compensación a través de la ONU y los Convenios de Ginebra, algo que consideran imposible por la arrogancia de los occidentales y «porque el sentimiento del hombre inglés racista está por encima de los humanos; los otros son solo peones y piezas de ajedrez que el inglés puede quitar de la faz de la tierra cuando quiera y desea derramamiento de sangre».  «La confesión del príncipe Al-Zanim (Harry) de que mató a veinticinco musulmanes afganos a sangre fría, y que eran solo piezas de ajedrez en sus ojos, nos revela la cantidad de condescendencia, discriminación y amor a la criminalidad en los genes de este componente humano», explican. Por ahora, ni la Familia Real británica ni el propio príncipe Harry se han pronunciado ante lo sucedido, que de ser así requiere una acción inmediata.

Amalia de Holanda

Quien también ha sufrido amenazas de muerte ha sido Amalia de Holanda, hija de Máxima y Guillermo de Holanda. Su nombre apareció este pasado verano en conversaciones entre miembros del crimen organizado, que fueron interceptadas por la policía neerlandesa. La heredera al trono de los Países Bajos podría ser objetivo de los narcotraficantes más peligrosos, motivo por el que fue recluida en el palacio en la Haya para salvaguardar su seguridad.

Los planes que tenía antes de verano eran mudarse a una habitación compartida en la capital neerlandesa, cerca de la Universidad de Ámsterdam, donde estudia Política, Psicología, Derecho y Economía, y que su equipo de seguridad pasara lo más desapercibido posible para que así ella pudiera llevar una vida lo más común posible como el resto de sus compañeros y amigos.

El diario neerlandés De Volkskrant, que fue quien dio a conocer la noticia de las amenazas el pasado mes de septiembre, explicó que Amalia de Holanda tenía que permanecer en casa porque su equipo de seguridad era insuficiente para garantizarle una vida «normal».