El príncipe Andrés cumple 65 años condenado al ostracismo y atrincherado en el Royal Lodge
El príncipe Andrés está alejado de la vida institucional
No habrá fiestas oficiales por su onomástica
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El príncipe Andrés nunca imaginó que cumpliría 65 años y estaría en la situación en la que se encuentra. El hijo predilecto de la Reina Isabel lleva ya tiempo completamente alejado de la actividad oficial debido a los escándalos que le han rodeado en el pasado y, a pesar de sus esfuerzos, no ha podido retomar su papel dentro de la familia real. El rey Carlos III, a pesar de que nunca ha dejado de estar a su lado en el ámbito privado, no está dispuesto a que sus polémicas manchen la imagen de su reinado. Para esto, marcar la distancia entre la institución y la familia es fundamental.
El duque de York no tendrá una gran fiesta por su 65 cumpleaños ni tampoco una felicitación oficial en los distintos canales de la familia real. Esto queda reservado para quienes todavía tienen la potestad de representar a la Corona, algo que ha quedado muy lejos de su alcance. No se sabe cómo pasará esta jornada, pero es probable que lo haga en Windsor, con su ex mujer, Sarah Ferguson y sus dos hijas. Ellas se han convertido en el mejor apoyo del príncipe Andrés desde su caída en desgracia, incluso han expresado su preocupación por su estado al rey Carlos III.
El príncipe Andrés en Windsor. (Foto: Gtres)
En otras circunstancias, el duque de York habría disfrutado de una gran celebración oficial, con la presencia de los miembros de la familia real, e incluso se le habrían otorgado nuevos honores militares. Sin embargo, las polémicas de su pasado siguen lastrándole y no permitirán que vuelva a participar en la vida institucional.
La situación del duque de York
Nada tiene que ver el escenario en el que se encuentra el príncipe Andrés con el que habría esperado si no se hubiera visto implicado en una serie de escándalos que han perjudicado no solamente su figura, sino también la reputación de la familia real. Su relación con Jeffrey Epstein y la demanda de Virginia Giuffre son algunos de los temas que más han afectado al duque de York. A esto hay que sumar las recientes informaciones sobre su presunta relación con un espía chino.
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El príncipe Andrés, junto al príncipe Guillermo. (Foto: Gtres)
Durante un tiempo el príncipe contó con el apoyo de su madre, que siempre estuvo muy pendiente de él. Tras su muerte, el rey Carlos III dejó claro que no estaba dispuesto a que los escándalos de su hermano afectaran a la institución. El monarca no ha dejado de mantener contacto con su hermano, pero sí que se ha distanciado. Una estrategia que ha seguido también su hijo el príncipe Guillermo, uno de los más críticos con Andrés.
Precisamente se dice que el príncipe de Gales tiene mucho que ver con la decisión del rey de pedir a Andrés que abandone el Royal Lodge. Una residencia oficial en Windsor en la que vivió hasta su muerte la reina madre y que tiene un tamaño muy superior a la actual casa de los príncipes de Gales. Los costes de mantenimiento de la propiedad son muy elevados y Andrés no tiene medios para afrontarlos después de que se le haya retirado toda la financiación oficial, por lo que lo lógico es que se trasladara a otra casa más pequeña, como Frogmore Cottage.
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El príncipe Andrés en un funeral. (Foto: Gtres)
El duque de York se resiste a ello, con el consecuente disgusto por parte del monarca y su entorno. Nadie puede obligarle a que se vaya, pero sí que tiene que mantener la propiedad en buen estado. Las últimas informaciones apuntan a que podría tener un nuevo trabajo de la mano de una organización que quiere reactivar la iniciativa Pitch@Palace, que podría proporcionarle los ingresos suficientes para afrontar sus gastos.