Hakoon de Noruega rompe el silencio tras la imputación de Marius Borg: "Desafiante y difícil"
Hakoon de Noruega ha roto el silencio respecto a la implicación del hijo de Mette-Marit en cuatro delitos de violación
La familia real noruega vive sus horas más bajas ante este escándalo que amenaza con hundirles para siempre


La familia real noruega vive sus horas más bajas después de que la Fiscalía haya acusado formalmente a Marius Borg, hijo mayor de la princesa Mette-Marit, por 32 delitos. Cuatro de ellos, por violación y abuso sexual a varias de sus exparejas. Unas graves acusaciones ante las que el príncipe heredero al trono, Hakoon de Noruega, no ha querido quedarse callado, teniendo en cuenta lo dañada que ha quedado la reputación de la familia. Así, ha aprovechado uno de sus compromisos reales para hablar sobre la delicada situación que afrontan, la cual define como «difícil y desafiante».
Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit. (Gtres)
«Todas las personas involucradas en este caso piensan probablemente que es desafiante y difícil», ha declarado el heredero al trono noruego durante una breve comparecencia ante los medios en Trondheim, al oeste del país. Además, ha insistido en que este es un tema que debe aclararse en los tribunales. «Ahora se ha aclarado cuál es la acusación y esto debe seguir en los tribunales, que decidirán cómo termina», ha señalado contundente, agregando que intentan «solucionar las tareas que tenemos de la mejor forma posible».


Marius Borg con el príncipe Haakon. (Foto: Gtres)
Para terminar, ha concluido la rueda de prensa afirmando que «hay otros que están en mejor posición para hablar de ello». Declaraciones que también se suman al breve comunicado emitido por parte del palacio real cuando salió a la luz esta impactante información. «Corresponde a los tribunales conocer este caso y llegar a una decisión», decretaban coincidiendo con las palabras del propio Hakoon. La que todavía no se ha pronunciado al respecto es Mette-Marit, madre del joven y que también ha salido salpicada. Sobre todo, porque muchos la acusan de haber escondido los delitos de su hijo, pese a ser conocedora de ellos.
De lo que no cabe duda, es de que la tensión ha ido escalando paulatinamente y ha llegado a un punto en el que Marius Borg está contra las cuerdas y se enfrenta nada menos que a 10 años de cárcel. Unos cargos que se oficializaron este pasado lunes, después de una investigación que ha durado más de un año y que incluyen cargos de abuso sexual, violencia, daños y alteración del orden público. Una serie de delitos muy graves, «que pueden dejar huella y destruir vidas». «La pena máxima para los delitos mencionados en la acusación es de cárcel de hasta 10 años», argumentaba el propio fiscal del caso.


Marius Borg con su madre, la princesa Mette-Marit. (Foto: Gtres).
Y a pesar de que Borg alegaba que sus adicciones estaban detrás de ese comportamiento tan tóxico, además de ingresar a un centro de desintoxicación por voluntad propia, parece que no podrá esquivar al brazo duro de la ley. Y es que la vinculación de Borg con la familia real, no impedirá que «sea tratado de forma más o menos dura que si esos hechos fueran cometidos por otro». De momento, y tras conocerse la imputación, el joven sigue sin estar de acuerdo con las acusaciones que pesan en su contra.