De la implicación al ‘desprecio’: la ‘nueva’ Letizia en la realeza europea 16 años después
Se convirtió en el objetivo de todas las miradas, por encima incluso de la propia novia. Aquel 13 de abril de 2004, la entonces periodista Letizia Ortiz acaparó todo el interés mediático en las celebraciones con motivo del enlace del príncipe Federico de Dinamarca y la australiana Mary Donaldson en Copenhague. Lo hizo como prometida del príncipe de Asturias, con quien contraería matrimonio apenas una semana después.
La hoy reina deslumbró en la capital danesa gracias a dos estilismos de Lorenzo Caprile que todavía ahora siguen siendo unos de sus looks más espectaculares. Dos diseños con el rojo como base -color fetiche de la consorte- que combinó con joyas de la madre de Felipe VI y que la convirtieron en una de las invitadas más elegantes de las celebraciones. Fue una puesta de largo entre la realeza en la que doña Letizia dejó el listón muy alto. Ahora, dieciséis años después, muchas cosas han cambiado no solo en la propia Letizia, sino muy especialmente en su forma de relacionarse con el resto de royals.
La boda de Mary Donaldson fue la gran puesta de largo de doña Letizia / Gtres
Aunque aquel día, la entonces novia del príncipe pisó con fuerza sobre la alfombra roja y dejó impresionados a los que iban a convertirse en sus coetáneos, desde que se convirtiera en princesa de Asturias, su relación con el resto de royals no ha sido especialmente fluida. Tanto don Felipe como doña Letizia volcaron sus esfuerzos más hacia dentro de España que más allá de nuestras fronteras, de manera que su presencia en actos relacionados con la realeza europea se ha limitado a lo estrictamente necesario. Por ejemplo, no faltaron a la boda de Victoria de Suecia con Daniel Westling en junio de 2010 o a la de los duques de Cambridge en abril de 2011. Sin embargo, no se han prodigado en otras citas de carácter más íntimo como bautizos, comuniones o incluso celebraciones de cumpleaños, como la del cincuenta aniversario de Pablo de Grecia, a la que Felipe VI asistió solo y en la que coincidió con Iñaki Urdangarin o la reciente comunión de Ingrid de Noruega, en la que también se vio solo al Rey en calidad de padrino de la Princesa.
Letizia se convirtió en el foco de atención en el enlace / Gtres
Aunque don Felipe y doña Letizia no hayan participado en muchas de las citas royal de carácter menos grandilocuente, lo cierto es que a las más importantes sí que han asistido. De hecho, tampoco faltaron al encuentro informal de herederos europeos que Guillermo y Máxima organizaron en la localidad de Appeldoorn y en el que dieron muestras de la buena sintonía que mantienen con el resto de royals.
Pese a que cada vez que coincide con otras royals europeas no hay ningún detalle que ofrezca signos de que su relación no sea buena, no se puede dejar de lado que doña Letizia no mantiene una comunicación especialmente fluida con sus coetáneas, quizás también por una cuestión de distancia. Mientras que entre los royals del norte de Europa como los suecos, noruegos y daneses, la relación es muy fluida, como en el caso de Matilde de Bélgica y Máxima de Holanda por una cuestión de distancia y también de parentesco, doña Letizia no tiene estos dos factores a su favor, pero, pese a esto, cuando coinciden intenta mostrar la mayor cercanía posible. Al fin y al cabo, si hay algo que la caracteriza es su alta exigencia y la profesionalidad en el desempeño de su trabajo.