BODA EN MÓNACO

Carolina y Carlota de Mónaco: las historias de amor de las ‘novias de Europa’

Las vidas amorosas de madre e hija han llevado caminos paralelos.

Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco
Carlota y Carolina de Mónaco: las historias de amor de las 'novias de Europa' / Gtres
  • Andrea Mori
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Dicen que a la tercera va la vencida, pero en el amor, no hay reglas que valgan. Aunque las vidas de Carolina de Mónaco y su hija, Carlota Casiraghi parecen seguir una línea paralela -empezando por su extraordinario parecido físico- por fortuna, en el amor, Carlota ha tenido más éxito que su madre.

La vida amorosa de ambas mujeres ha sido cuanto menos ajetreada y en el caso de la hija de Grace Kelly, marcada por la tragedia. Tres bodas y numerosos pretendientes que a sus más de sesenta años ya la han llevado, aun siendo una de las mujeres más bellas y elegantes de Europa, a centrarse en su familia y dejar de lado el amor -al menos aparentemente-. Sin embargo, ante la proximidad del que será el primer enlace de Carlota -y esperemos que el único- no podemos evitar echar la vista atrás y recordar los romances que han marcado las vidas de dos de las mujeres más fascinantes del Gotha.

Carolina de Mónaco y Junot / Gtres

Carolina, la novia de Europa

Con tal solo 16 años, la hija de Rainiero y Grace Kelly se convirtió en portada de la revista «Time» bajo el título de ‘La novia de Europa’. Una frase premonitoria que hacía presagiar su intensa vida amorosa. Desde el príncipe Carlos, con quien no tuvo química -quizás porque él ya pensaba en Camilla y Carolina se aburría de la vida en Inglaterra y prefería el clima de Mónaco- a otros pretendientes menos apropiados, Carolina se convirtió en la princesa más deseada de la Europa de las décadas de los sesenta y setenta.

Sin embargo, la hija de Grace Kelly cayó rendida a los encantos de un ‘playboy’, Philippe Junot. Un vividor que casi le doblaba la edad y que estaba considerado como ‘el rey de la noche’. Lo suyo acabó en boda, para disgusto de sus padres. Fue una de las primeras grandes bodas del papel cuché, aunque el divorcio llegó dos años después.

Los motivos de la ruptura no están del todo claros. Quizás la diferencia de edad, la inexperiencia de Carolina, el carácter de Junot o hay quien asegura que la propia Princesa ya mantenía una relación con el tenista Guillermo Valls. Lo cierto es que hubo separación, divorcio y hasta nulidad, aunque tardó varios años en llegar.

Su gran amor

No fue hasta 1983 cuando Carolina conocería al que ha sido su gran amor, Stefano Casiraghi. Sin embargo, entre su divorcio y el fallecimiento de su madre, la Princesa tuvo varios ‘amigos’, como el tenista Guillermo Vilas y Robertino Rossellini, hijo de Ingrid Bergman. Fue una etapa divertida para la Princesa, que terminó con la muerte de Grace Kelly, cuando tuvo se convirtió en el mayor apoyo de su padre y el la figura clave en el Principado.

Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi el día del bautizo de su hijo Pierre / Gtres

Para Carolina, la llegada a su vida de Stefano Casiraghi supuso un soplo de aire fresco. No solo para ella, sino también para el propio Rainiero, que se encontraba sumido en un profundo luto por el fallecimiento de su esposa.

Carolina y Stefano se casaron por lo civil en Mónaco el 29 de diciembre de 1983 y disfrutaron de una vida feliz hasta la muerte del italiano en 1990. La tragedia volvía a la vida de la Princesa y el destino le arrebataba al padre de sus tres hijos en un accidente náutico. Este duro golpe supuso un punto y aparte para Carolina, que abandonaba Mónaco y se trasladaba a la Provenza para criar a sus hijos alejada de los flashes. Dos años después, el Vaticano le concedía la nulidad de Philippe Junot y se reconocía como legítimos a sus hijos, que quedaban incluidos en la línea de sucesión al Trono de Mónaco.

Una relación madura

Tras un breve romance con Vicent Lindon, en 1996 Carolina comenzó una relación con Ernesto de Hannover. En aquel momento el príncipe alemán estaba casado con Chantal Hochuli y curiosamente, Carolina era una de sus mejores amigas. Esto no fue un inconveniente. Los sentimientos no se pueden controlar. Se reencontraron y se enamoraron, fue inevitable, pero Chantal no lo vio con los mismos ojos. Tres años después, Ernesto se había divorciado y se casaba con Carolina, que se convertía en princesa de Hannover, un rango superior al de su hermano Alberto. Ernesto y Carolina tuvieron una hija, Alexandra, la única Grimaldi con sangre azul.

Ernesto de Hannover con Carolina de Mónaco

Ernesto de Hannover con Carolina de Mónaco el año en el que anunciaron su separación / Gtres

Sin embargo, este tercer matrimonio tampoco ha aportado la felicidad a la hermana de Alberto de Mónaco que perdió tras la muerte de Stefano Casiraghi. El mal humor de Ernesto y sus problemas de alcoholismo han provocado que la pareja esté cada vez más distanciada y haga vida por separado. No hay divorcio y es bastante improbable que lo haya debido a que Carolina perdería su rango, pero de facto, están completamente distanciados.

Los amores de Carlota

Hasta ahora, parecía que Carlota seguía la estela de su madre. Digna heredera de la belleza de Carolina, la nieta de Grace Kelly tenía todas las papeletas de convertirse en la nueva ‘novia de Europa’. Sin embargo, parece que Carlota ha sido más afortunada en este aspecto.

Carlota mantuvo una relación de más de cuatro años con Alex Dellal / Gtres

A sus 32 años, la sobrina de Alberto de Mónaco sienta la cabeza tras cinco romances frustrados y dos hijos. Menos precoz que su madre, Carlota se ha tomado su tiempo hasta elegir al hombre con el que dar uno de los pasos más importantes de su vida. El afortunado, Dimitri Rassam , hijo de Carole Bouquet y cineasta, nos hace pensar en los tiempos en los que Carolina salía con Robertino Rossellini. Un paralelismo más con la vida de su madre.

El conde Hubertus Herring von Frankensdorf (2002/2004), el financiero belga Félix Winckler(2004/2007), Alexander Dellal (2007/2012), el humorista franco marroquí Gad Elamaleh (2011 /2013), con quien tuvo a su primer hijo Raphäel, el guionista italiano Lamberto Sanfelice (2015/2016), Dimitri Rassam, padre de su segundo hijo, Balthazar y con quien se comprometió el pasado año.

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