Festividades
Inocentadas

5 bromas típicas en el Día de los Inocentes

Hay inocentadas que son todo un clásico el 28 de diciembre

En este tramo final de año no solo llegan las Navidades, también llega un día muy esperado por los bromistas para dar rienda suelta a su imaginación y vacilar a todo el que puedan porque “así lo marca el calendario”. Hoy queremos mostrarte algunas bromas típicas en el Día de los Inocentes, aquellas que puedes esperar porque seguro que en algún momento te la intentan “colar”.

El 28 de diciembre se acerca, el Día de los Inocentes, un día en el que no puedes fiarte de nada ni de nadie. Además de las bromas que te pueden hacer, es muy fácil que los medios de comunicación cuelen un montón de noticias falsas que resulta imposible creerse.

5 bromas típicas del Día de los Inocentes

Sal por azúcar

Esta broma es perfecta para hacerla en casa o en la oficina, aunque sin duda en el trabajo es donde más víctimas habrá. Es tan fácil como intercambiar la sal por el azúcar y echarte unas buenas risas cada vez que alguien pretenda echarle azúcar al café.

Caspa

La sal te puede servir también para la broma de la caspa, en la cual le echas algo de sal a un familiar o amigo sobre los hombros y le preguntas si tiene problemas de caspa… las reacciones pueden ser de lo más divertidas.

Reloj adelantado

Aprovecha la noche anterior para adelantar la hora de todos los relojes de la casa y que así al día siguiente todos piensen que van a llegar tarde. Hoy en día esta broma requiere cambiar también la hora del móvil, por lo que tendrás que cogerlos todos y deshabilitar el horario automático.

Moneda pegada

Otra de las bromas típicas en el Día de los Inocentes es pegar una moneda al suelo y quedarte a mirar cómo una tras otra son muchas las personas que la intentan despegar. Risas aseguradas durante mucho tiempo. Su versión más maléfica es atar un billete con una cuerda fina y, cuando se agachen a recogerlo, tirar de él para que vuelva a ti.

Nata en la cara

Echa nata, espuma de afeitar o pasta de dientes en la cara de una persona que esté durmiendo y hazle cosquillitas en esa zona, inconscientemente irá a tocarse ahí y se pringará.