Un viaje de los Reyes pendiente desde hace 44 años
El propósito del Gobierno al disponer el viaje a Cuba de los Reyes la próxima semana es, según palabras textuales del Ministerio de Asuntos Exteriores español es el de “superar la anomalía histórica” de que Cuba sea el único país iberoamericano al que no se había efectuado una visita de Estado de un Rey de España. Algo que realmente sorprende ya que el pueblo cubano ha sido, desde siempre, uno de los hispano hablantes que más lazos familiares ha tenido con la población española. Es verdad que la principal razón que siempre se esgrimió para que el Rey Juan Carlos primero y don Felipe después no viajaran a la isla caribeña era el carácter dictatorial del régimen comunista de Fidel Castro, un sistema exento de libertades democráticas y de corte autoritario.
Sin embargo, pese a todas las trabas que se ponían por los sucesivos gobiernos españoles, la relación que se estableció entre el anterior monarca y el dictador Castro, a raíz de sucesivos encuentros en las Cumbres Iberoamericanas, fue excelente desde un punto de vista humano. El Rey Juan Carlos quiso ir a Cuba en visita oficial, a la que se opuso frontalmente el presidente José María Aznar. Sus razones para visitar la isla eran que al igual que visitó Argentina cuando Videla estaba al frente de la Junta Militar en ese país, ocasión que aprovechó para pedirles a los sanguinarios militares que había que iniciar el proceso hacia un sistema de libertades, se podía haber hecho lo mismo con el país caribeño.
Ahora, por fin, los Reyes van a viajar a Cuba y no lo van a hacer para apoyar el régimen dictatorial cubano en el que cualquier indicio de apertura se frustra inmediatamente mientras la ciudadanía de la isla sigue esperando que de una vez por todas se haga realidad el vuelco a la democracia . La razón para que se realice la visita es la conmemoración del 500 aniversario de la fundación de la ciudad de La Habana, aunque los Reyes no estarán presentes en los actos centrales de esa fecha para no coincidir con el dirigente venezolano Nicolás Maduro ni con el nicaragüense Daniel Ortega, cuyos regímenes no pasan el más mínimo filtro democrático. También se desplazarán don Felipe y doña Letizia a Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, donde se rendirán honores a los españoles que murieron en la batalla naval que puso punto final al Imperio español en Iberoamérica.
Aunque no está previsto que la pareja real española mantenga un encuentro con los opositores y disidentes políticos al régimen castrista, dentro del programa oficial de la visita, sí que se ha incluido una audiencia privada con los representantes de la sociedad civil no afines al régimen político de Cuba, aunque tampoco abiertamente enfrentados al sistema que ha sobrevivido a la muerte de Fidel Castro. Hay que recordar a los que se oponen frontalmente al viaje de los Reyes a Cuba que la defensa de los intereses económicos de empresarios españoles que han invertido en el sector turístico de la isla es un asunto importante que es preciso preservar. Y también que dos Papas, el Presidente Barack Obama y mandatarios europeos de Francia, Italia y Portugal ya dieron el paso de visitar la isla a pesar de que el régimen actual siga careciendo de homologación con un sistema democrático.
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