Crisis del coronavirus

Sanidad investiga a un centenar de empresas por vender material Covid con certificados falsos

Pedro Sánchez contratos Covid
Uno de los certificados falsificados que se encontró Sanidad en mascarillas importadas de China.
Pelayo Barro

A pesar de que la pandemia ha dejado al borde de la bancarrota a muchas empresas en España, especialmente de la hostelería, el virus ha hecho florecer otro tipo de negocios. Las ventas de material de protección como mascarillas o guantes se han disparado a lo largo de 2020. Pero no todo el material cumple con los mínimos de calidad que establecen las autoridades sanitarias y la normativa europea. El Ministerio de Sanidad mantiene abiertos cerca de cien expedientes sobre empresas de exportación -la mayoría de origen asiático y algunas operadas por mafias- por poner en el mercado material defectuoso o por falsificar los certificados de la calidad que expide la Unión Europea u otras firmas autorizadas.

La ‘pillería’ también se ha convertido en pandémica en 2020 e incluso las mafias han aprovechado para hacer negocio durante la crisis sanitaria. Estafas millonarias en las que también cayó el Gobierno de Pedro Sánchez. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tiene en estos momentos un total de 105 fichas informativas abiertas a empresas exportadoras de material que han colocado en las calles millones de unidades de mascarillas, guantes, gasas, termómetros infrarrojos, ropa de cama esterilizada o test sin haber pasado las pertinentes pruebas de calidad.

«La situación de emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19, ha aumentado de manera importante el riesgo de que se introduzcan en el mercado algunos productos sanitarios utilizados principalmente para la prevención y/o tratamiento del Covid-19 que no cumplen con la legislación vigente y que pueden suponer un riesgo de salud pública», advierten desde la AEMPS, dependiente del Ministerio de Sanidad.

La gran mayoría de los expedientes de la AEMPS reflejan infracciones e irregularidades en las mascarillas, el producto más vendido durante toda la pandemia. También geles hidroalcohólicos, otro de los básicos durante la crisis sanitaria. Pero también figuran en los registros de Sanidad incidencias referentes a productos de uso puramente sanitario, batas quirúrgicas, gorros, humidificadores, pantallas de protección, hisopos, respiradores, oxímetros, guantes de examen y quirúrgicos y los test para el diagnóstico de Covid. Incluso productos para anestesias.

La gran mayoría de ellos no cumplía con los requisitos de seguridad, eficacia y calidad que requiere la legislación sobre este tipo de productos. Según Sanidad, los materiales incluidos en esa lista «no deben adquirirse ni utilizarse».

Falsificación de documentos

La principal incidencia detectada por Sanidad en este centenar de firmas que venden productos que realmente no protegen la salud de sus usuarios tiene que ver con la autenticidad de los certificados de calidad. Los sellos ‘CE’ que otorga la Unión Europea para permitir su importación.

En torno al negocio de la exportación de material ha surgido, en paralelo, otro muy lucrativo: el de la falsificación de los certificados de calidad con sello de la Unión Europea. Cuando estos productos llegan a las aduanas, son los técnicos administrativos quienes comprueban que tienen todos los papeles en orden. Pero el caos provocado por la falta de material en las fases más duras de la crisis sanitaria ha ocasionado que muchos de esos certificados falsos no sean descubiertos hasta que llegan a las calles y son adquiridos por los consumidores.

Los falsificadores elaboran minuciosos certificados que incluyen el logo de empresas reconocidas internacionalmente en el sector del control de calidad -como la alemana TÜV Rheinland-, que supuestamente acreditan haber pasado todos los controles europeos.

Uno de los documentos falsificados detectados.

Una vez son detectados estos productos, todas las agencias del medicamento europeas comparten la información por si apareciese alguno de estos materiales en sus mercados nacionales.

Además, entre los productos de estas cien firmas se han hallado casos de «declaraciones de conformidad con información falsa, marcados CE indebidos como producto sanitario y el no disponer de representante autorizado en la Unión Europea cuando el fabricante carece de domicilio social en la Comunidad o que el representante autorizado que figura en el etiquetado sea inadecuado», tal y como refleja la AEMPS.

Las mafias

Donde hay negocio fácil y rápido suelen proliferar las mafias, y en el caso de la pandemia no ha sido distinto. En mayo de 2020, la Oficina Europea de la Lucha Contra el Fraude y de Europol organizaron unas jornadas con policías de todo el mundo para poner en común la información preocupante que habían recopilado por todo el planeta, y que apuntaba a que las mafias -las chinas, especialmente- estaban introduciéndose en el mercado de la exportación de material sanitario. Por ejemplo, con mascarillas autofiltrantes con apariencia de una FFP2 que en realidad no protegían de los contagios. Han sido varios los presuntos importadores de material que han sido detenidos en los últimos meses en España por este tipo de prácticas.

Pero lo que más preocupaba fue el hallazgo de medicamentos y principios activos de medicinas enfocadas al tratamiento del Covid -como la hidroxicloroquina- que estaban siendo directamente preparados en laboratorios clandestinos en China y Ucrania. Productos sin ningún tipo de control de calidad que terminaban en mercados de países del tercer mundo. Situaciones que, según el Ministerio del Interior, no se han llegado a dar en España.

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