España

Sánchez desoye los avisos: su reserva de test sólo permitirá hacer pruebas al 1,6% de la población

Sólo 15 días quedarían cubiertos en España con test PCR y únicamente con 50.000 pruebas diarias: Alemania llegó a superar los 125.000 diarios en plena pandemia

El plan del Gobierno para crear una reserva de material de cara a un rebrote de coronavirus volverá a dejar a España en una peligrosa situación en caso de agravarse el avance de la enfermedad. La reserva de test diseñada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez prevé una dotación para 15 días con un nivel de realización de 50.000 pruebas diarias. Eso significa que, a lo sumo, la reserva permitiría realizar test al 1,6% de la población española. Y ello, contando con que no se tengan que realizar varios test a la misma persona, cosa más que improbable.

El Plan de Respuesta Temprana diseñado por el Gobierno de Pedro Sánchez detalla esta reserva preventiva de test. Una reserva que bajo ningún concepto permitiría a España, por enésima vez, estar en cabeza de los países con más test.

El documento apunta que «en relación a las técnicas diagnósticas está previsto que la reserva dé cobertura al 100% de las necesidades totales durante 15 días, considerando una realización de 50.000 técnicas diarias», señala el texto oficial.

«Las cantidades estimadas son las siguientes: reactivos para realizar PCR/TMA: 750.000 reacciones con sus reactivos».

«En caso de PCR/TMA debe incluir 750.000 de kits de toma de muestra.  En caso de PCR, 750.000 de reactivos de extracción», detalla el documento del Gobierno, tal y como se puede comprobar en el texto que publica OKDIARIO.

Es más, en cuanto al resto de test, la reserva es aún más precaria: «Respecto a los test serológicos, y dada la rápida evolución de la ciencia en este producto, se considera oportuno que únicamente formen parte de la reserva estratégica aquellas unidades que estén disponibles tras la adquisición ya realizada».

50.000 pruebas diarias

De este modo, sólo 15 días quedarían cubiertos en España con test PCR y, para colmo, sólo con 50.000 pruebas diarias: Alemania llegó a superar los 125.000 diarios en plena pandemia.

El plan supuestamente preventivo vuelve, por lo tanto, a dejar en una posición desprevenida a España de cara a un agravamiento del rebrote.
La información recabada por Our World In Data, la base de datos que cuenta con el respaldo de investigadores de la Oxford University, ya ha dejado en evidencia la falta de previsión del Gobierno de Pedro Sánchez en la compra de test de detección del coronavirus en los momentos más graves de la enfermedad.

Es verdad que España llegó a mostrar unos datos de elaboración de test equiparables a los de otros grandes países en algunos momentos. Pero esa verdad a medias lanzada por Sánchez incluía una gran mentira: que ese nivel se alcanzó tras pasar el momento más grave del avance del virus. Traducido: los test eran especialmente imprescindibles para aislar los focos de contagio durante el avance de las infecciones.

España empezó a elevar la realización de tests cuando ya estaba totalmente extendida la enfermedad. El resto de grandes países, por el contrario, hicieron muchos más tests que España en la fase inicial. El resultado es descriptible: España es el país con mayor tasa de mortalidad del mundo.

El nuestro ha sido uno de los países que mayores restricciones ha aplicado a toda la población y lo ha hecho sin contar con una política generalizada ni anticipada de realización de tests de detección del coronavirus.

Ha aplicado un confinamiento general con fuerte impacto en la economía, una medida no generalizada en el resto de naciones. Y lo ha tenido que hacer, precisamente, por la falta de localización de los focos de contagio a causa de no haber realizado tests a tiempo. Y, ahora vuelve a poner las bases para una carestía de test similar.

Los datos de Our World In Data confirman esta tesis. Las cifras de tests realizados por cada mil habitantes indican cómo España comenzó muy tarde a elevar el número de pruebas si lo comparamos con otros países. Si tomamos los datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, lo cierto es que el techo máximo español en realización de tests por mil habitantes se alcanzó en cerca de 0,65. Y, sin embargo, el techo de otros países superó de forma totalmente habitual el de España: Italia llegó a 1,03; Reino Unido a 0,96; Estados Unidos a 1,16; Bélgica a 1,56; o Portugal a 1,31.

Pero lo más llamativo no es el propio techo máximo, sino el momento en el que se alcanzó. La base de datos Our World in Data (OWD) refleja cómo, en el peor momento de la enfermedad, a finales de abril, España mostraba un dato de 0,21 según el Ministerio de Sanidad (día 10 ó 17 de abril) y ese 0,23 según OWD (23 de abril).

Otros países

En esos momentos, Bélgica oscilaba entre los 0,38 y los 0,78; Italia entre 0,68 y 0,91; Francia 0,26 y 0,29; Estados Unidos 0,48 y 0,55; Portugal 0,97 y 1,31; y Alemania 0,66 y 0,59. Es decir, que no era nada extraño ver cómo el resto de países similares a España triplicaban los datos nacionales.
Corea del Sur, por ejemplo, no llegó a elevar a ese volumen los test, pero comenzó muy pronto a hacer pruebas a sintomáticos y asintomáticos, con lo que pronto logró el control de la epidemia. Países como España, Francia e Italia, tuvieron una respuesta lenta. Pero en especial España. Y ha acabado en cabeza del test de tasa de mortalidad mundial. Y no por casualidad.

Portugal ha sido la antítesis del desastre de Sánchez. Con su política de test, a sintomáticos y asintomáticos y a trabajadores esenciales, con un volumen de test muy elevado incrementándose de forma constante durante todo la epidemia, ha conseguido un menor número de muertos y un menor número de infectados comparado con su vecino peninsular.

España, además, junto con Francia e Italia, decidieron hacer tests sólo a los sintomáticos. Y el resultado, de nuevo, no ha sido nada beneficioso. Porque el descontrol de infinidad de focos de contagio ha golpeado a la población con dureza.

Hay que recordar, además, que mientras la OMS solicitaba test masivos a todos los países, España desaprovechó sin miramientos infinidad de posibilidades para incrementar el número de tests: la red de centros SOMMa (25 centros de investigación y 23 unidades universitarias) se ofrecieron al Gobierno para poner a disposición su capacidad de hacer, precisamente eso: test masivos de coronavirus.