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El juez condena a ‘El País’ por negarse a rectificar una información falsa sobre OKDIARIO

Una sentencia del Tribunal Supremo ha vuelto a dar la razón a OKDIARIO tras unas «graves imputaciones» que hizo el diario El País en 2018 y por las que la justicia le obliga ahora a publicar un escrito de rectificación ratificando la sentencia del 10 de marzo de 2022 en la que el diario de Prisa ya había sido condenado en segunda instancia. El fallo sólo admite parcialmente el recurso de casación presentado por el diario afín al Gobierno y confirma «la sentencia recurrida en sus restantes pronunciamientos, incluido el relativo a las costas de las instancias».

El motivo de esa rectificación se debe a una serie de difamaciones que se hicieron desde ese periódico -entonces bajo la dirección de Antonio Caño- contra este digital acusándolo de participar «de un modelo de negocio basado en la manipulación informativa por su rentabilidad económica».

Todo se remonta al 24 de mayo de 2018 cuando el diario El País publicó un artículo titulado El negocio de la manipulación digital en España, en el que acusaba a ocho medios entre ellos, OKDIARIO, de «ganar dinero con la desinformación y propaganda aprovechándose de Google y de otras redes de publicidad online» mediante el uso de «contenido partidista, sesgado o bulos» y que se lucran «gracias a la red de publicidad de Google, la Google Display Net-Work». La patraña perpetrada por el diario de Prisa no sólo iba dirigida a difamar a OKDIARIO, sino también de forma torticera a asfixiar económicamente con argumentos falaces y «graves imputaciones» a una empresa que contaba entonces con 56 trabajadores y que hoy roza las 100 nóminas.

Ante la negativa del diario de Prisa a publicar la rectificación de OKDIARIO, el 7 de junio de 2018 se presentó una demanda interpuesta por la empresa propietaria de OKDIARIO contra El País y su entonces director, Antonio Caño Barranco, «para que se estime la acción de rectificación interpuesta y se condene al demandado a publicar en El País la carta de rectificación, sin comentarios ni apostillas y con la misma relevancia con que se publicó el artículo objeto litigioso».

En la rectificación que se negó a publicar Caño se recordaba que OKDIARIO no era una «página de internet», sino un diario digital online con [entonces] 56 trabajadores en nómina; que los principales ingresos de OKDIARIO «en ningún caso se centran en la publicidad llamada programática… sino que provienen de anunciantes que contratan a través de los canales ordinarios y tradicionales»; y que es falso para el prestigio de OKDIARIO «que se afirme que pertenece a un grupo de páginas de desinformación, manipulación y propaganda».

Una sentencia en segunda instancia del 10 de marzo de 2022 estimó procedente la petición de rectificación referida por OKDIARIO dado que éste era un «diario digital online con una plantilla de trabajadores en nómina» y avalaba que los principales ingresos de OKDIARIO no procedían de la publicidad llamada programática sino de anunciantes que contrataban a través de los canales ordinarios y tradicionales.

Además, la sentencia defendía en toda regla la rectificación en cuanto a que OKDIARIO «no publicaba informaciones de contenido xenófobo y machista», y desmentía a El País tras haber afirmado que OKDIARIO hubiera sido incluido en una lista negra por Google u otras plataformas online.

El pasado 11 de abril el Supremo, en un nuevo fallo, ha vuelto a dar la razón a OKDIARIO, ya que considera que el artículo de El País -«con graves imputaciones que […] que obviamente perjudicaban la imagen de OKDIARIO»- contenía «una principal imputación directa: participar, al mismo nivel que webs o páginas de internet que no eran medios de comunicación al uso, de su misma estrategia consistente en atraer el mayor número posible de visitantes, y con ello los mayores ingresos mediante publicidad automática, recurriendo al sensacionalismo, a informaciones partidistas, sesgadas, e incluso directamente a la manipulación informativa. Y los hechos en que se asentaba esa imputación sí eran susceptibles de rectificación por parte de la editora de OKDIARIO».