Irán libera al español que tenía preso desde 2022 por fotografiar la tumba de una víctima de los ayatolás

Irán ha liberado al español Santiago Sánchez Cogedor, que fue detenido y encarcelado en ese país en octubre de 2022 tras visitar la tumba de Mahsa Amini, que murió de muerte cerebral, asesinada tras ser arrestada por la policía de la moral religiosa por no llevar el velo hijab de acuerdo a las normas impuestas por el Gobierno iraní.

La Embajada iraní ha indicado en un mensaje en redes sociales que la liberación de Santiago Sánchez Cogedor «se realiza en el marco de relaciones amistosas e históricas entre los dos países y en cumplimiento de leyes».

Sánchez Cogedor, que ha sido el único preso español en Irán, fue detenido en octubre de 2022 cuando viajaba a pie hacia Catar con motivo del Mundial de Fútbol que se celebró en ese país.

Fue entonces cuando el 2 de octubre del año pasado, como se ha citado anteriormente, el español fue apresado en la ciudad kurda de Saqqez tras visitar y fotografiar la tumba de Mahsa Amini.

Por esas mismas fechas también se produjo el arresto de la española Ana Baneira, quien presuntamente había participado en una de las protestas que se estaban llevando a cabo en el país, si bien la activista fue liberada a finales de febrero. Entonces, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares prometió que no escatimaría esfuerzos para lograr también la liberación de Santiago Sánchez, pero advirtió que para conseguirlo era necesaria la máxima discreción, sin que desde entonces se hayan conocido avances.

¿Qué le pasó a Mahsa Amini?

En septiembre de 2022, Mahsa Amini, joven de la oprimida minoría kurda de Irán, visitó Teherán con su hermano. Fue detenida por la policía moral religiosa (gasht-e ershad, en farsi), que de manera habitual detiene de forma arbitraria a las mujeres que no cumplen las abusivas y discriminatorias leyes sobre el velo obligatorio en Irán.

Según testigos presenciales, esta policía la metió a empujones en una furgoneta y la golpeó, llevándola al centro de detención de Vozara, en Teherán. A Mahsa Amini y a su hermano les dijeron que la trasladaban a Vozara para una clase «educativa» destinada a «reformar» el comportamiento de las mujeres y niñas que infringen el rígido código de vestimenta islámico del país. Su hermano también fue golpeado cuando protestó.

Horas después de su detención, surgieron informes contrastados de que esta policía de la moral religiosa la había sometido a tortura y otros malos tratos dentro del furgón policial, dándoles golpes en la cabeza. Murió bajo custodia tres días después en el hospital, el 16 de septiembre de 2022.

Todos menos Podemos

Entonces, el asesinato de Masha Amini provocó una fuerte ola de repulsas, desencadenando el levantamiento nacional en Irán Woman Life Freedom contra décadas de desigualdad y represión generalizada, al que también se unieron políticos y activistas de otros países. En España, los diferentes políticos condenaron el asesinato de Masha Amini a manos de la policía de la moral religiosa de Irán, excepto Podemos. Irene Montero, entonces ministra de Igualdad y dirigente de Podemos ofreció a la callada por respuesta, la cual evitó ofrecer durante días ningún tipo de comentario ante el asesinato de Masha Amini. Una postura que destaca si se compara con la de Isabel Díaz Ayuso que por esas fechas decidió rendir tributo a las mujeres en Irán.

Las autoridades iraníes respondieron con fuerza ilegítima, incluso disparando munición real, perdigones metálicos y gases lacrimógenos contra los manifestantes pacíficos.

Entonces, las fuerzas de seguridad asesinaron a centenares de manifestantes, incluidos niños, mientras que otros centenares se quedaron sin ojos tras ser disparados con perdigones metálicos, y miles más sufrieron otras lesiones graves por el uso ilegal de la fuerza. Por temor a ser detenidos y a otras represalias, muchos no recibieron atención médica. También se detuvo arbitrariamente a decenas de miles de personas.

Durante el levantamiento y sus secuelas, los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad también cometieron torturas y otros malos tratos generalizados, entre los que se subrayan en rojo las realizadas a los niños.