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Economía
Opinión

La peligrosa revolución de los robotaxis

Acabo de volver de visitar la capital de Texas que cuenta con más de un millón de habitantes, donde abundan los robotaxis (vehículos sin conductor) y encabeza la lista de las mejores ciudades para mudarse dentro de los EEUU. Allí he sido testigo directo de cómo cada día la universitaria y bohemia ciudad de Austin, la décima ciudad más poblada de los Estados Unidos, desplegaba por sus calles una inquietante, efectiva e innovadora flota de vehículos sin conductor.

Se trata de la actividad de varios cientos de vehículos autónomos liderados principalmente por Waymo filial de Alphabet Inc. que inició sus primeros pasos en 2009, que personalmente pude observar en el campus de Google en Silicon Valley por esas fechas.

Los vehículos sin conductor de Waymo, con un coste actual medio de 120.000 dólares, en asociación con Uber cada día recogen pasajeros, te ceden el paso cuando eres un peatón o te adelantan cuando conduces tal y como lo haría un vehículo tradicional con conductor.

Lo hacen en Austin y en San Francisco cuya cuota de mercado ha superado a las VTC de Lift. También Waymo está operando en pruebas en Japón. Es surrealista e inquietante pero el futuro ya está aquí y es real, un futuro no exento de retos y peligros.

Recientemente los vehículos sin conductor han sido noticia también por recoger la ira de los manifestantes en Los Ángeles, donde cinco unidades de Waymo han sido vandalizadas e incendiadas dentro de las protestas contra las redadas de inmigración, produciendo un llamamiento a la prudencia por la toxicidad de los humos liberados por las baterías de los vehículos eléctricos.

Tesla recientemente ha anunciado que va a comenzar a ofrecer viajes en unas pocas millas cuadradas de Austin en sus robotaxis autónomos al público el próximo 22 de junio con control humano a distancia.

Los robotaxis presentados por Tesla parecen coches normales sin el conjunto externo y extravagante de sensores en su capó y en los laterales, combinando la tecnología de vanguardia con un diseño elegante y familiar. Pero esa miniaturización extrema de sensores nos hace pensar si realmente funcionarán.

Si los vehículos de Tesla funcionan sin LIDAR (Light Detection and Ranging), y sin sensores externos es por su dependencia total de la percepción basada en la visión y las redes neuronales y nos surge la duda razonable es cómo van a operar las funciones de seguridad críticas y la redundancia entre los mecanismos sobre todo en momentos de mala visibilidad o fallo de sensores.

Atrás queda la trágica colisión con un peatón que quedó herido por un vehículo Cruise diseñado por la empresa Argo AI de General Motors en 2023 al que se le indemnizo con 500.000 dólares por el accidente para resolver la investigación del departamento de Justicia.

Un vehículo autónomo es aquel capaz de asumir las tareas que normalmente realiza un conductor incorporando sensores IOT que le permiten recibir y transmitir información de otros vehículos y del entorno en el que está circulando.

La conectividad es clave para garantizar la seguridad y define las diferentes fases de autonomía en una escala desde el nivel 0 al nivel 5 según el SAE, Sociedad Americana de Ingenieros de Automoción.

Actualmente estamos asistiendo al salto al nivel 3 tecnológico que describe a los automóviles que tienen capacidades más avanzadas de detección del entorno y pueden tomar decisiones informadas por sí mismos como acelerar y adelantar a un vehículo que circula lentamente.

En este nivel la responsabilidad comienza a pasar del humano a la máquina. Mercedes con su tecnología Drive Pilot ya disponible en Alemania, California y Nevada con un objetivo de velocidad en los 95 km/hora. También es una realidad para el BMW serie 7 que opera en Alemania.

El nivel 4 tiene ya una tecnología de sensores y cámaras que monitorizan de forma constante el entorno. Solo se indica el destino y el vehículo se comunica con la infraestructura (V2I) y con los otros vehículos (V2V). Es una realidad en ciudades como Pekín, Shanghái, Phoenix y las citadas Los Ángeles, Austin y San Francisco.

Finalmente, el nivel 5 es aquel donde no hay atención humana con automatización plena en todos los entornos y una visión 360 del entorno. Los coches ya no tendrán ni volante ni pedales ganado una plaza de viajero y de momento se ve como una meta lejana.

Las implicaciones para la movilidad y la logística son impresionantes y sin duda estamos ante el despegue de una tecnología disruptiva que está cambiando nuestras vidas, las de los negocios logísticos, de la industria y las de las familias al desplazarse.

A nadie se le escapa que la gestión de grandes flotas hasta la fecha estaba altamente condicionada por el elevado coste de recursos humanos de supervisión y la disponibilidad de conductores incluyendo la gestión de turnos de descanso de los mismos.

Algunos de los fabricantes señalan que un operador humano puede supervisar el funcionamiento de hasta 12 vehículos sin conductor, algo similar a lo que hacen los controladores aéreos en los aeropuertos.

Las implicaciones de la extensión de los robotaxis en nuestras sociedades suponen la movilidad a demanda, un tránsito más barato y rápido, pero con una mayor congestión.

El aparcamiento y los garajes no serán tan necesario en el centro de las ciudades. Los seguros de los vehículos serán de flotas y se centralizarán. Y finalmente muchos ciudadanos renunciarán a tener carnet de conducir dejando de ser un rito de paso a la madurez en muchas sociedades.

Con el actual desarrollo tecnológico y el cambio de la regulación, los vehículos autónomos (AV) darán un vuelco al escenario que conocemos. Los costes de producción que incluyen los sensores y la instalación informática, se están reduciendo y Goldman Sachs ha estimado que en 2030 bajarán a menos de la mitad, esto es rondarán los 50.000 dólares por unidad.

La empresa china Pony AI reduce hasta los 28.000 dólares este coste en el próximo año 2028. Bloomberg Intelligence acaba de señalar que los vehículos de Tesla costarán siete veces menos que los de Waymo y que contará con 35.000 unidades circulando a finales de 2025 con unos 4000 millones de dólares de ingresos.

La inteligencia artificial anuncia nuevas capacidades para el entrenamiento virtual de los vehículos para preparar los posibles escenarios extremos que puedan darse en la realidad (incluyendo los posibles dilemas morales cuando haya opción en un accidente). Empresas como la británica Wayve o la china Pony AI están usando la inteligencia artificial generativa para este entrenamiento.

Se han hecho pruebas para presentar rutas a los vehículos que memorizan y luego recuerdan en su circulación por primera vez por países como Alemania o los EEUU.

Según el CEO de Nvidia, Jensen Huang, se anticipa un crecimiento acelerado en los vehículos autónomos transformando el transporte global. Nvidia es una de las empresas pioneras en la creación de hardware y software para vehículos sin conductor.

La clave para la reducción futura del precio de venta, es conseguir abaratar los sensores costosos tal y como ha anunciado la empresa china Hesai. Un componente tecnológico crítico es el LIDAR (Light Detection and Ranging), que utiliza pulsos de luz láser para crear mapas muy precisos del entorno en 3D.

Mide el tiempo y distancia para detectar todos los obstáculos y formas, personas, vehículos y otros elementos en tiempo real y a una increíble velocidad de procesamiento que garantiza la seguridad basada en una atención permanente complementando cámaras y radares con una alta resolución incluso cuando hay mal tiempo.

Además de la evolución tecnológica el reto es la adaptación regulatoria que permita utilizar determinadas localidades como lugares de pruebas controladas en el marco de una potente y competitiva sandbox adecuada.

En este sentido se acaba de hacer público que los EEUU flexibilizarán las normas que frenaban el robo taxi de Tesla, que también se unirá a la zona de pruebas de Austin este mismo mes.

La National Highway Traffic Safety Administration, (NHTSA) dependiente del Departamento Federal de Transporte americano con fecha tan reciente como 13 de junio ha anunciado una actualización del marco regulatorio de los Vehículos Autónomos para priorizar la seguridad, fomentar la innovación y facilitar el despliegue comercial de sistemas de conducción automatizados (ADS).

En resumen, anuncia la simplificación del proceso de exenciones temporales del Código de Regulaciones Federales de los EEUU (49 CFR Parte 555), que permite a los fabricantes producir vehículos no conformes con ciertos estándares de parachoques con una duración máxima de 3 años, siempre que sea en interés público y no se comprometa la seguridad pública afectando hasta una fabricación anual máxima de 2500 vehículos de motor por fabricante diseñados para transportar hasta 12 personas y excluyendo camiones y motocicletas.

Asimismo, se señala que, dado que el proceso actual es lento para vehículos sin conductor, la NHTSA se compromete a mejorar los tiempos de revisión, publicando para ello guías claras para solicitantes y adoptando un enfoque más flexible y dinámico para supervisar estas exenciones, adaptándose a la futura evolución tecnológica.

Esta reciente comunicación federal es clave y está anunciando el siguiente paso en el desarrollo del nuevo marco de Vehículos Automatizados (AV) de la NHTSA para priorizar la seguridad, fomentar la innovación y facilitar el despliegue comercial.

Sin duda se facilitará que los sistemas de conducción automatizados (ADS) alcancen todo su potencial para transformar la seguridad vial. Para modernizar el proceso de la Parte 555, la NHTSA se ha enfocado en áreas clave que han prolongado especialmente los tiempos de revisión.

Además, dado que la mayoría de las operaciones evolucionan con el tiempo a medida que la tecnología madura, desarrollar términos estáticos y condiciones para la vida útil de una exención a menudo es un desafío a largo plazo e intensivo en tiempo.

De acuerdo con el Secretario de Transporte de los EEUU, Sean Duffy, se simplifica la normativa que es aplicable a ciertos requisitos de pruebas dinámicas de colisión, si se demuestra que su coste de cumplimiento es prohibitivo y el vehículo presenta características de seguridad alternativas.

El exceso de burocracia puede acabar con la adopción por la industria del automóvil de las tecnologías más modernas. Los fabricantes de vehículos autónomos han expresado en numerosas ocasiones su frustración por la lentitud del NHTSA en las revisiones de los nuevos prototipos. De acuerdo con la ley, los vehículos totalmente autónomos no necesitan la aprobación de la agencia si cuentan con los controles humanos requeridos.

En Europa, el Reino Unido, aprobó en 2023 una Ley de Vehículos Autónomos con el horizonte de 2026 para verlos circular por las calles. Hay una colaboración entre Uber y Wayve para realizar pruebas en entornos reales.

Recientemente, la Comunidad de Madrid sometió a consulta pública previa hasta el 15 de febrero de 2025 el Anteproyecto de Ley de Movilidad en cuya memoria se hace referencia expresa al despliegue de los vehículos autónomos en la región de Madrid convirtiendo a la región madrileña en un laboratorio de pruebas para esta tecnología impulsando la innovación y atrayendo importantes inversiones.

Termino señalando los retos de la movilidad autónoma. El principal afecta a la ciberseguridad garantizado que no sea sencillo el hackeo de los vehículos y la infraestructura. La validación de los algoritmos de la Inteligencia Artificial para establecer una reacción adecuada del vehículo en situaciones límite.

Como ya hemos comentado la viabilidad económica y los aspectos legales de la regulación donde una vez más los EEUU y China nos llevan bastante delantera a los europeos.

Vehiculum sine rectore omnia mutabit

José Luis Moreno, economista ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.