Elena González-Blanco, CEO de Clibrain: «En España hay talento para competir en el mundo de la IA»
"España necesita una estrategia nacional para no quedarse rezagada en inteligencia artificial"
"Con CliCall podemos resumir llamadas a un call center y saber de qué se ha quejado el cliente"
Lince permite procesar gran cantidad de información y extraer insights
Elena González-Blanco es probablemente una de las voces más autorizadas de España y Europa para hablar de inteligencia artificial y modelos de lenguaje aplicados a la IA. Es cofundadora y CEO de Clibrain, una startup española que ha creado un modelo de lenguaje llamado Lince, escrito y entrenado 100% en Español y que ha revolucionado el mercado frente al archiconocido ChatGPT de OpenAI, al tratarse de una IA completamente pensada y hecha para los hispanohablantes. «España tiene talento pero necesita una estrategia para ser un país puntero en inteligencia artificial», asegura la cofundadora de Clibrain y pone como ejemplo a Estados Unidos, China, Japón o Israel.
Doctora en Filología pasó por algunos de los centros más innovadores y a la vanguardia en inteligencia artificial como el MIT, y ha sido docente e investigadora en la Universidad de Harvard, Elena González-Blanco ha desarrollado su carrera en empresas punteras como Banco Santander, AON o Indra y fue fundadora de Coverwallet. En la actualidad compagina sus tareas como CEO de Clibrain con la docencia y la investigación, es profesora en el IE Business School de inteligencia artificial y forma parte del proyecto POSTDATA sobre procesamiento del lenguaje y web semántica .
P.- Cuando usted era una estudiante de Filología, ¿se imaginaba que acabaría dirigiendo una startup dedicada al 100% a la inteligencia artificial?
R.- Pues evidentemente, no. Empecé en la parte de lingüística, me metí después del doctorado cuando fui a Estados Unidos. Allí me di cuenta de que la tecnología era mucho más importante y estaba mucho más avanzada de lo que yo había visto aquí. Entonces, empecé a investigar en estos temas y estuve muy vinculada a todo lo que era la parte de humanidades digitales, procesamiento del lenguaje natural. Así empecé a trabajar muchísimo en ese ámbito, entre otras cosas porque en España no se hacía nada a nivel de investigación.
P.- Ese era todavía un campo virgen en España…
R.- No éramos ni siquiera miembro de las infraestructuras europeas en tecnologías del lenguaje. Yo me metí allí por esa curiosidad y ganas de empujar en una serie de cosas que eran importantes y que desde el punto de vista académico estaban muy lejos unas de las otras. Monté un centro de investigación hasta que llegó un punto en el que vi que la investigación se quedaba corta y quería dar un paso más para llevar todo esto al mercado. Fue cuando me fui a Indra a llevar el área de inteligencia artificial y a partir de ahí empecé a trabajar en cosas muy parecidas a las que estoy haciendo ahora.
P.- ¿Y ahora?
R.- La diferencia entre aquella época y ahora mismo es que la tecnología ha pegado un salto cualitativo enorme, es decir, toda la creación de los modelos generativos de inteligencia artificial y todo lo que es la aparición de los Transformers desde el punto de vista científico, ha hecho que las tecnologías que en aquella época funcionaban medio bien, ahora funcionen muy, muy bien.
Lince, la revolución de la IA en español
P.- Usted forma parte del equipo que fundó Clibrain y desarrolló Lince. ¿Cómo le explica a un lego en la materia a qué se dedican?
R.- Clibrain es una startup que viene a resolver el tema de que la inteligencia artificial no se ha diseñado o no ha nacido en español. Es decir, es una compañía que genera inteligencia artificial para español, para toda la parte del lenguaje. Lo que hacemos es desarrollar modelos de lenguaje propios como Lince, específicamente entrenados para español y entendiendo español para todas sus variedades, es decir, no solamente español de México y español de España, sino español, de Chile, de Argentina, de Colombia, de Perú. Puede identificar un ceceo o un seseo.
Nuestra apuesta es esa creación de tecnología propia para el español, porque es el segundo idioma más hablado del mundo y porque siempre ha habido una diferencia muy grande entre lo que ha sido el inglés, tanto desde el punto de vista científico como desde el punto de vista empresarial.
P.- ¿A qué empresas beneficia tener una IA basada en Lince?
R.- Lo que hacemos es crear modelos específicos como es Lince, ofrecer modelos como servicio. Tenemos casos de uso de despachos de abogados o de empresas que dicen «oye, tengo un montón de documentación, quiero crear mi propio modelo, quiero que me hagáis un modelo específico para legal».
P.- ¿Existen casos de uso con clientes finales?
R.- Sí, porque ahora mismo lo que está triunfando más en el mercado es todo lo que son productos para empresas desde el punto de vista de usuario final. Lo que hemos desarrollado son tres herramientas (CliChat, CliBot y CliCall). Una sirve para todo lo que es inteligencia conversacional, hace todo. La transcripción de speech to text para call center o para podcast o para cualquier caso de uso que tenga voz en español. Somos capaces de transcribirla y de sacar insights de una forma muy rápida. Hasta el punto de que somos capaces de resumir esa llamada, qué ha pasado y de qué se ha quejado el cliente.
P.- Esto se multiplica si en esas llamadas se atiende a personas de Chile, Argentina, España… y todas sus variantes…
R.- Ese es una de las principales ventajas. Sí, porque de hecho, esto lo empezamos probando nosotros en CliDrive, que fue nuestro primer caso de uso porque empezó desarrollándose como una herramienta interna para nuestro propio centro de atención al cliente de llamadas. Teníamos personas de diferentes países.
Lince no deja de ser el cerebro, el core a partir del cual se desarrollan todos los productos y servicios que ofrecemos. Además lo vamos alimentando constantemente con datos, con todo lo que va saliendo y, además, avanzando también hacia un ecosistema multimodal en el que puedas también pedirle fotos, imágenes, texto, sonido, etcétera.
P.- ¿Cuánto tiempo han tardado y qué recursos han necesitado para entrenar el modelo Lince?
R.- Estos primeros modelos fundacionales ha sido muchísimo más caros de todo lo que vamos a ir viendo porque cada vez es más fácil, es más barato y surgen también tecnologías para crear estos modelos con mayor facilidad y con mayor agilidad. Lince lleva sólo tres meses en el mercado, pero nosotros veníamos trabajando con este modelo desde CliDrive. Digamos que como producto final llevamos ya unas unos seis meses trabajando en estas herramientas, pero también aquí hay que tener un poco de contexto, porque yo vengo del ámbito de la investigación y llevamos más de 15 años trabajando en estos temas y esto no sale de repente de la nada.
Ten en cuenta, además, que nuestro modelo no se entrena con la información que se encuentra en la Wikipedia, hay utilizar estudios, documentos académicos… y eso requiere tiempo.
Peligros de la IA
P.- ¿Teme el futuro que nos depara la inteligencia artificial? ¿De verdad el ser humano está en peligro por estos avances? O simplemente el desconocimiento nos lleva a temer algo que nos sobrepasa.
R.- Yo siempre empiezo mis conferencias poniendo la película 2001: Odisea del espacio. Cuando dice «Hal vas a destruir la nave y yo voy a acabar con ella». Es decir, al final, como cualquier avance tecnológico, hay una disrupción en el mercado y esa tecnología bien usada puede tener unos efectos súper buenos para la sociedad. Y esa tecnología mal usada puede hacer como las armas químicas, acabar con el mundo si hace falta. Pero por ello no vamos a dejar de investigar en química ni a utilizar la tecnología con buenos fines. Aquí lo que hay que hacer es tener muy claro qué es lo que queremos hacer.
La inteligencia artificial en España
P.- Como persona autorizadísima en la materia, ¿cual crees que es la situación de España con respecto a la IA? ¿Estamos en la máquina del tren o en el furgón de cola?
R.- En Europa estamos por detrás en términos de desarrollo de la inteligencia artificial. Estamos demasiado preocupados con toda la hiperregulación que hay ahora mismo en el entorno y hay una sensación de incertidumbre con respecto a hacia dónde van a ir las cosas. La regulación es importante, creo que las bases están ahí, pero a veces se piensa primero en la regulación que en el desarrollo y a mí personalmente me da un poco de pena ver que teniendo oportunidades de mercado tan grandes, pues no tengamos esa visión de vamos a ser los primeros en liderar el desarrollo de la inteligencia artificial y no liderar su parte regulatoria.
En España tenemos un talento potentísimo, pero falta esa visión más ambiciosa a la hora de lanzarse a competir con el Silicon Valley. Hace falta aterrizar esto a casos de uso a empresas y hace falta muchísima formación al usuario, al ciudadano y a todo el que habla de inteligencia artificial sin saber poco más que qué está GPT y ya está. Además, debemos aprovechar que España es un puente entre Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.
P.- Entonces, ¿quiénes lo están haciendo bien, qué países llevan la delantera?
R.- China ha ido muy por delante y va años luz de lo que estamos haciendo en Estados Unidos, pues estamos viendo que también se está yendo muy, muy rápido. En Europa tenemos un talento muy bueno, buenas universidades, tenemos un ecosistema en el que, paradójicamente, como tenemos un continente que es multilingüe, se ha trabajado muchísimo históricamente en tecnologías de lenguaje. Estamos en un momento de oportunidad única en la que ensamblar todas estas piezas y crear algo muy potente no es tan complicado. Necesitamos una visión más estratégica.
Es un tema ya también geopolítico. Es decir, al final lo que estamos viendo es que hay distintos gobiernos que se están posicionando como Israel o Japón, que tienen de la inteligencia artificial una de las herramientas o una de las estrategias clave.
Qué es Clibrain y quiénes son sus fundadores
Clibrain es una startup española fundada este mismo 2023 y que tiene como principal línea de negocio aplicar la inteligencia artificial para mejorar la productividad de las empresas. ¿Cómo lo hace? Clibrain a creado un modelo de IA íntegramente en español llamado Lince que permite el análisis y la comprensión del segundo idioma más hablado en el mundo en todas sus variantes.
Gracias a Lince una compañía puede tener a su disposición herramientas como chatbots inteligentes, análisis de llamadas e incluso agentes virtuales capaces de dar contexto y respuesta a las necesidades de los clientes.
Cinco emprendedores han puesto en marcha esta idea que ha pasado en tan sólo cuatro meses a tener un equipo formado por más de 20 personas. Pablo Fernández (Presidente), es una de las caras más visibles. Fernández fue fundador de Clicars. Elena González-Blanco (CEO), es una reputada lingüista y una de las personas que más sabe de inteligencia artificial en España. Pablo Molina (CTO) y David Villalón (CAIO) son los responsables de la parte tecnológica de la compañía. Cierra el quinteto Paul Martz (CPO).
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