Economía
Elecciones europeas

Las eléctricas se oponen a que Ribera sea comisaria de Energía: «Europa tiene que cambiar de rumbo»

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las empresas energéticas españolas, incluidas las eléctricas, se oponen a que Teresa Ribera sea la comisaria europea de Energía en la nueva Comisión que se forme tras las elecciones de este domingo, como pretende el PSOE. A su juicio, sería muy negativo porque radicalizaría aún más las políticas de transición ecológica que ha practicado en España en un momento en que la UE está en una encrucijada en política energética.

«Europa tiene que cambiar de rumbo. La descarbonización no puede ser el único eje de la política energética. La guerra de Ucrania lo ha dejado claro, hay que tener en cuenta otros factores muy relevantes como la seguridad del suministro», sostiene una fuente del sector.

Como es sabido, las empresas energéticas han sufrido un maltrato constante en España por parte de la actual ministra de Transición Ecológica. Hay muchos ejemplos, como el impuesto extraordinario por los supuestos «beneficios caídos del cielo» que el Gobierno pretende hacer permanente aunque con algún tipo de deducciones. Un tributo que ha provocado pérdidas a algunas empresas como Cepsa.

También ha molestado mucho que la ministra siempre eche la culpa a las empresas de todos los acontecimientos negativos, como la subida estratosférica del precio de la luz en 2022, como si el Gobierno no tuviera ninguna responsabilidad. Otro ejemplo se refiere a los cambios constantes en la regulación, que hacen imposible una planificación del negocio a futuro.

Inversión en redes

Por último, está la cuestión de las redes. Como ha informado en varias ocasiones OKDIARIO, existe un enorme atasco en la concesión de accesos a la red eléctrica para las nuevas instalaciones renovables. Pero lo más importante es la enorme inversión necesaria para modernizar la red española, tanto la de Redeia como la de las distintas compañías distribuidoras, para dar cabida a toda la producción renovable actual, así como para la expansión del vehículo eléctrico y los centros de datos para la inteligencia artificial.

En teoría, es competencia de la CNMC que preside Cani Fernández, pero Ribera se opone a remunerar adecuadamente estas inversiones en redes eléctricas (en realidad es elevar el tope anual de inversión remunerada, que actualmente es muy bajo) porque encarecería el recibo de la luz. EstaY «la inversión que no se remunera no se hace», como dijo Francisco Reynés, presidente de Naturgy. Sólo en la última semana la ministra ha abierto la puerta a cambiar la situación.

Traslado a Europa

Y lo que teme el sector es que extienda a Europa esta actitud contraria a las empresas y al mercado si finalmente es nombrada comisaria. «Tendríamos una responsable de Energía que pondría trabas a la energía nuclear, ahora que muchos países europeos están apostando por ella como alternativa al gas o al carbón. O que obligaría a las empresas a unas grandes inversiones en hidrógeno que no se saben si van a ser rentables ni cuándo», explica otra fuente.

Precisamente, la marcha atrás que ha empezado a dar tímidamente la UE en su estrategia energética da esperanzas a las compañías eléctricas españolas de que Ribera no sea elegida finalmente comisaria de Energía. Además, la elección de los comisarios depende de una compleja negociación entre países y grupos políticos, por lo que, aunque España tenga derecho a una cartera, no tiene por qué ser necesariamente la que ansían Ribera y Pedro Sánchez.