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Adiós a hacerte fotos apoyado en un Lamborghini: Hacienda te va a pegar el palo de tu vida

Durante años, subir una foto a Instagram o TikTok apoyado en un coche de lujo ha sido sinónimo de éxito o también, de lo que se conoce como postureo, para muchos usuarios. Pero lo que antes era simplemente una pose con filtro, hoy puede convertirse en el principio de una pesadilla fiscal. La Agencia Tributaria ha cambiado las reglas del juego y lo que antes era inofensivo ahora puede costarte muy caro. Por ello debes tener cuidado ya que cualquiera de las fotos que hagamos puede ser sin saberlo, una fuente inagotable de pruebas para Hacienda.

Las redes sociales han dejado de ser sólo un lugar donde compartimos fotos de vacaciones, ropa nueva o cenas con amigos. Se han convertido en una ventana abierta de par en par a nuestra vida: lo que hacemos, dónde estamos y, sobre todo, qué estilo de vida llevamos. Y si algo le interesa especialmente al fisco, es saber si ese tren de vida encaja con los ingresos que declaramos. Porque si algo no cuadra… prepárate. El simple hecho de subir una imagen montado en un Lamborghini alquilado o tomando champán en un hotel de lujo puede levantar sospechas. Y aunque muchos piensen que lo digital se queda en lo virtual, la realidad es que Hacienda se lo toma muy en serio. Tanto, que ya usa herramientas avanzadas para rastrear nuestras huellas digitales, compararlas con nuestros datos fiscales… y actuar. Porque si hay algo que la Agencia Tributaria odia, es el postureo con trampa.

Adiós a hacerte fotos en un Lamborghini: Hacienda te vigila

Hoy en día es casi imposible encontrar a alguien que no tenga cuenta en alguna red social. Ya sea para compartir momentos reales o montarse un personaje, lo cierto es que todos dejamos rastro. Y aunque pueda parecer exagerado, ese rastro digital tiene mucho más peso del que pensamos: Hacienda lleva años trabajando con inteligencia artificial, análisis de datos e incluso geolocalización para cruzar la información pública de las redes sociales con las declaraciones de la renta, el IVA o el IRPF.

¿Un ejemplo claro? Una persona que declara ingresos mínimos o que incluso cobra ayudas públicas, pero que en su Instagram aparece constantemente viajando, yendo a restaurantes de lujo o conduciendo coches deportivos. Para Hacienda, eso no es sólo sospechoso: es una señal de alarma. Y lo más importante es que, legalmente, puede usar esa información en su contra, siempre que sea pertinente para justificar una investigación fiscal.

Subirte a un Lamborghini puede salirte más caro que alquilarlo

En los últimos años se ha normalizado alquilar un coche de alta gama por unas horas solo para hacerse fotos. Pero lo que muchos no saben es que ese tipo de publicaciones pueden acabar en una inspección ya que Hacienda va a mirar con lupa a quien presume sin justificar.

Y no se trata solo de lo que se ve. También se analiza lo que no se dice: los metadatos de una imagen, la ubicación en la que se toma, la frecuencia con la que se repiten ciertos lujos. Todo eso, unido a declaraciones fiscales incoherentes, puede convertirse en el inicio de una inspección. Y ya se sabe: cuando Hacienda llama a tu puerta, no suele venir solo a saludar.