James Rodríguez desaprovechó ante la Real Sociedad una nueva oportunidad de ganarse la confianza de Zidane. El galo le puso de titular en los cuartos de Copa del Rey, pero el colombiano, lejos de brillar en el Santiago Bernabéu, firmó 45 minutos muy flojos en los que sólo destacó por un gran disparo que despejó Remiro. Su primer acto fue insuficiente. Tras el paso por vestuarios, Modric ocupó su lugar en el terreno de juego. El de Cúcuta no se encontraba en condiciones de seguir tras sentir un pinchazo en el gluteo.
El colombiano no estuvo peor sobre el césped que otros compañeros, pero teniendo en cuenta que estaba llamado a ser uno de los hombres a marcar la diferencia dentro de la arriesgada alineación que sacó Zidane ante una Real que practica uno de los mejores juegos de la Liga, dejó mucho que desear. No fue diferencial, aportó poco en el centro del campo y casi nada en ataque, lo que le terminó sentenciando.
La situación de James pasa a ser complicada. No está en el lado de Bale, pero tampoco lejos. Zidane no termina de contar con un jugador lleno de calidad, pero que no es capaz de recuperar su mejor nivel, ese que se vio durante su primera temporada en el Real Madrid. Desde entonces, nunca más se volvió a ver su mejor fútbol y parece que en el Santiago Bernabéu tendrá complicado sacarlo.
Sin Copa del Rey, las oportunidades de James se reducen notablemente. Salvo giro radical de los acontecimientos, contará muy poco para Zidane y, salvo sorpresa, la temporada que viene tendrá que hacer las maletas en busca de un nuevo destino. El Everton de Ancelotti le sigue de cerca y fue con el entrenador italiano con el que más brilló en aquel curso 2014-2015, cuando se presentó al mundo entero en el Mundial de Brasil y la entidad madridista se adelantó a todos los grandes clubes del continente para hacerse con los servicios de un jugador que estaba llamado a marcar época.
