Dos de los jugadores llamados a liderar la transición generacional del Real Madrid han pasado de manera radical a un segundo plano con Zinedine Zidane. Ödegaard y Vinicius están viendo como cada vez cuentan menos para el técnico, que prefiere dar minutos y oportunidades a otros jugadores en lugar de a ellos cuando los partidos se tuercen. Contra Osasuna se pudo volver a comprobar. Los blancos necesitaban un revulsivo que cambiase el rumbo del encuentro, pero no llegaron a calentar, viendo además como Zidane no contaba con ellos pese a que no realizó las cinco sustituciones.
En los últimos partidos del Real Madrid, el entrenador francés ha encontrado un once fijo, en el que ninguno de los dos entra. La buena racha conseguida en el último mes y medio ha provocado que el galo apueste por un mismo bloque, sin contar apenas con el resto de jugadores de la plantilla. En el caso de Ödegaard y Vinicius, dos futbolistas que apuntan a ser importantes de cara al futuro más inmediato, los dos han ido perdiendo protagonismo, sobre todo en lo que se refiere al noruego.
Ödegaard, un fichaje olvidado
Martin Ödegaard empezaba el curso como el único refuerzo del conjunto madridista. Su gran temporada cuajada en la Real Sociedad le hacía pasar de promesa a realidad, al ser uno de los jugadores revelación de la Liga la pasada campaña. Por ello, el conjunto blanco decidía poner fin a su cesión en equipo donostiarra un año antes de lo previsto, incorporándole a la primera plantilla.
Comenzaba la etapa de Ödegaard en el conjunto blanco y lo hacía con dos titularidades consecutivas. Sin embargo, el nivel del noruego parecía lejos aún de lo visto el pasado curso cuando vestía la camiseta txuri-urdin. Su siguiente titularidad tuvo que esperar hasta la jornada 10 contra el Villarreal, repitiendo en los dos siguientes partidos de Champions frente a Inter y Shakhtar. Fue la última vez que se le vio de inicio. Desde la derrota ante los ucranianos, únicamente ha jugado seis minutos más.
Las lesiones han marcado el comienzo de la temporada de Ödegaard. El que empezara el año siendo uno de los hombres de confianza de Zidane, ha ido perdiendo protagonismo y, en parte, ha sido por culpa de las dos lesiones que ha sufrido, lo que le ha impedido alcanzar un estado óptimo de forma durante parte de la temporada.
Sin embargo, hace casi un mes que se recuperó de la última. El 20 de diciembre volvía a la convocatoria contra el Eibar, en un partido que acabó con victoria madridista y en el que no disputó ni un minuto. Algo que volvería a repetirse en los dos siguientes encuentros, ante Granada y Elche. Fue en el partido contra el Celta en el que disputó sus únicos minutos desde la última titularidad, que coincidió además con la última derrota de los blancos.
Contra Osasuna se confirmó que su situación empieza a ser preocupante. Ödegaard no termina de convencer a Zidane y la prueba de ello está en que el técnico dio entrada a Valverde e Isco por delante de él. De hecho, en El Sadar, no llegó ni a calentar. Una situación que sorprende y mucho, pues pocos jugadores hay en la plantilla blanca capaces de revolucionar un partido en la segunda mitad de la forma de la que lo puede hacer el nórdico.
Vinicius sigue apagándose
Una de las grandes noticias para los madridistas en las dos últimas temporadas ha sido la aparición de Vinicius Júnior. Los blancos encontraban en el brasileño un extremo eléctrico, con una gran facilidad para encarar, desbordar y llegar al área. Desde que Solari le dio en su día confianza demostró que cada vez que toca el balón, pasa algo. Pero en momentos en los que el Madrid necesita algo distinto para darle la vuelta a los partidos, Zidane prefiere otras opciones antes que la del Vini.
Comenzó la temporada como titular, pero su intermitencia en el equipo ha sido una constante. El brasileño ha ido alternando titularidades con minutos desde el banquillo a lo largo del inicio del curso. Zidane confió en él para sacar adelante una situación límite, siendo titular en cuatro partidos en los que los madridistas no podían fallar y no fallaron. Una vez encadenaron cuatro victorias consecutivas, el entrenador le borró del once y, prácticamente, del equipo.
Vinicius fue titular contra Sevilla, Mönchengladbach, Atlético y Athletic, pero desde entonces sólo ha disfrutado de 35 minutos, repartidos en tres de los cinco partidos que han jugado los blancos. Al igual que sucede con Ödegaard, el brasileño ni siquiera saltó a calentar contra Osasuna. El equipo necesitaba alguien que generase algo en ataque, ante la inoperancia ofensiva de los blancos durante todo el encuentro, pero se optó por introducir a Mariano e Isco por delante de él.
Los últimos encuentros reflejan una situación cuanto menos extraña. Y es que dos de los jugadores llamados a liderar en un futuro no muy lejano el ataque del equipo, apenas tienen participación en momentos clave. Zidane parece haber perdido la confianza en ellos, aunque como el propio entrenador dice, todos terminarán contando y siendo importantes. Por el momento, deben esperar a que el técnico les dé la oportunidad de reivindicarse e ir ganando peso en sus planes.