Zidane y el Real Madrid tienen un serio dilema con Eden Hazard. Por un lado, están las ganas del entrenador y del futbolista de jugar en los dos partidos que quedan para terminar la Liga. Tras dos lesiones de larga duración, el belga necesita sumar minutos para recuperar ritmo competitivo de cara a la vuelta de los octavos de final de la Champions. Y por otro, está la extrema precaución que se está teniendo con un jugador que tendría que haber sido capital en su primera temporada vestido de blanco, pero que los infortunios no se lo han permitido. Y, por el momento, pesa más el temor a que pueda recaer que las ganar que todos tienen de que vuelva a pisar el césped.
Hazard no sólo no fue titular ante el Granada, posiblemente el partido más complicado que tenían que afrontar los blancos en una semana de tres encuentros que debe terminar en alirón, sino que ni siquiera jugó en la segunda parte, cuando más sufría el Real Madrid.
Zidane apostó por Asensio y Rodrygo y dejó a Hazard en la grada. El pasado viernes ante el Alavés tampoco partió de inicio y jugó los últimos 14 minutos. Tras el duelo, Zidane reconoció ante los periodistas que “debe de estar muy bien para jugar y no acabamos de verlo”. Es un poco complicada la situación, pero espero que pueda estar a tope el jueves para ayudar. Eso es lo que quiere él”, añadió.
Objetivo la Champions
El confinamiento paró el tiempo y permitió a Hazard recuperarse para poder jugar el tramo final de la temporada. Hay que recordar que en marzo se dudaba hasta si iba a poder disputar la Eurocopa con Bélgica. En el primer partido, su estado era tan bueno que jugó de titular ante el Eibar. Contra el Valencia repitió, pero frente a la Real Sociedad unas molestias lógicas y esperadas tras una lesión que le obligó a pasar por el quirófano le dejaron en el banquillo.
Volvió ante el Mallorca y repitió frente al Espanyol, donde una patada en su tobillo débil le originó unas molestias que no le permiten estar a tope. La zona donde fue intervenido todavía no está totalmente recuperada, es más sensible y cualquier impacto provoca que sea más lesivo. Además, los servicios médicos del club le siguen retirando líquido del tobillo, aunque las resonancias siguen indicando que todo va bien y no hay recaída. Tras el duelo disputado en Barcelona no pudo jugar frente a Getafe y Athletic, pero no había lesión, simplemente esas malditas molestias que no le dejan sentirse plenamente cómodo.
Ahora, cuando restan algo más de tres semanas para el encuentro de vuelta de los octavos de Champions ante el City, el plan del club con Hazard está trazado. Por un lado, Zidane quiere que pueda tener minutos ante el Villarreal y, si todo va bien, contra el Leganés en la última jornada. Al mismo tiempo, los servicios médicos del club le seguirán tratando para que ese tobillo vuelva a recuperar toda su elasticidad, se fortalezca la zona de piel operada y desaparezcan las molestias. Y por último, Eden trabajará a destajo para recuperar un estado de forma óptimo que le permita ser determinante ante los de Guardiola. Posiblemente, el que será su primer gran partido como jugador del Real Madrid.