Xabi Alonso ha encontrado equipo. Justo lo que lleva buscando desde que aceptó coger al Real Madrid en este Mundial de Clubes. Los blancos han crecido partido tras partido en esta competición. Todavía queda un larguísimo camino por delante para seguir mejorando -es normal-, pero los madridistas abandonaron el Hard Rock Stadium de Miami con la sensación de haber encontrado la solidez necesaria para ser uno de los firmes candidatos a ganar este torneo. Junto a PSG y Bayern, los máximos favoritos a levantar el domingo 13 de julio en el MetLife Stadium de Nueva Jersey el primer trofeo planetario de la historia del fútbol jugado con este formato.
El Real Madrid empezó con dudas el encuentro contra la Juventus. El conjunto italiano se sintió más cómodo sobre el césped hasta la pausa de hidratación, donde Xabi Alonso dijo muchas cosas en poco tiempo y todo fue encajando. De repente, sus compañeros encontraban a Jude Bellingham y los blancos empezaron a fluir sobre el césped mojado por la intensa lluvia de Miami.
Esta mejoría se confirmó en la segunda mitad, donde el Real Madrid dio una lección de cómo se debe jugar un partido serio. En tramos, brillante, pero sobre todo serio. Los blancos dominaron a una Juventus que fue un juguete en manos de un conjunto blanco que terminó ganando 1-0, aunque por lo reflejado en el terreno de juego la diferencia tendría que haber sido mucho mayor.
El Real Madrid demostró poso y seriedad. Posiblemente, demasiado para el poco tiempo que lleva trabajando Xabi Alonso con unos jugadores que cada vez tienen más asimilados los conceptos del donostiarra. En definitiva, lo que el entrenador madridista quiere de ellos.
El Real Madrid no deja de crecer en este Mundial de Clubes. Si se compara lo visto contra el Al Hilal con el encuentro contra la Juventus, la diferencia es abismal. Frente al Salzburgo, durante unos minutos rozaron un nivel muy alto, pero contra los italianos sacaron músculo, apretaron los dientes y se comportaron como un equipo adulto.
Candado echado
El Real Madrid, en este Mundial de Clubes, ha sido capaz de echar el candado, algo capital para poder ganar títulos. Los blancos solo han recibido dos goles en cuatro partidos: uno de penalti ante el Al Hilal y otro del Pachuca en el tramo final y con el encuentro visto para sentencia. Al mismo tiempo, ha dejado la portería a cero en dos ocasiones y ha demostrado una efectividad apabullante, ya que ha anotado ocho dianas en cuatro duelos. Unos números que explican a la perfección lo que es este equipo en construcción y, lo más importante, lo que puede llegar a ser en el futuro.