El Real Madrid ha encontrado en Valdebebas su particular fábrica… de la moneda. El conjunto madridista siempre se ha caracterizado por formar jugadores de gran talento con los que luego se nutren varios de los equipos de españoles y, cada vez más, en Europa. Futbolistas que saben que pueden ser titulares en muchos otros lugares, pero a los que la enorme competencia les cierra las puertas del primer equipo. Conscientes de ello, desde el club han sabido sacarles un alto rendimiento con sus ventas, sobre todo en los últimos años.
Desde el Bernabéu siempre se han caracterizado por ser más un equipo comprador que vendedor. Sin embargo, la adquisición de grandes estrellas o jugadores con un futuro más que prometedor, no les ha impedido realizar grandes traspasos por hombres formados en la casa y que no han cuajado en los planes de los distintos entrenadores del primer equipo. En total, en las últimas temporadas, el dinero ingresado por ellos supera los 250 millones de euros.
El caso de Achraf Hakimi, traspasado al Inter de Milán, es la última venta de un jugador salido de Valdebebas. Los italianos pagarán 40 millones de euros y hasta otros cinco en variables por una de las grandes perlas que ha dado la cantera en los últimos años y que ha decidido marcharse al no verse como indiscutible dentro de la primera plantilla en un futuro inmediato.
Menos sonada ha sido la compra de Javi Sánchez por el Valladolid. El central lleva toda la temporada cedido en el Zorrilla y, aunque no ha jugado lo esperado, Ronaldo y su directiva han decidido hacerse en propiedad con el futbolista, asegurándose un gran talento para su zaga por tres millones de euros.
El pasado verano, los madridistas se desprendieron de uno de los mejores pivotes que ha dado La Fábrica en los últimos años, al vender a Marcos Llorente al Atlético de Madrid por 40 millones de euros. No fue el único canterano vendido. Después de dos temporadas en el Rayo Vallecano, el Benfica pagaba 20 millones de euros por Raúl de Tomás.
En el verano de 2018, fueron cuatro los jugadores curtidos en las categorías inferiores por los que el club ingresó. El Espanyol fichaba a Mario Hermoso por 12,5 millones, el Schalke a Omar Mascarell por 10 y el Eintracht y el Friburgo se llevaban a Lucas Torró y Lienhart por 3,5 y dos millones, respectivamente.
Morata, un traspaso récord
Pero el mejor verano, en lo que a ventas de canteranos se refiere, fue el de 2017. Entonces el Real Madrid ingresó 90 millones por jugadores de la cantera. Morata se convirtió en la mayor venta de la historia del club hasta la fecha -superado después por la de Cristiano- al desembolsar el Chelsea 80 millones. Por Diego Llorente, la Real Sociedad pagó siete, mientras que Burgui fue traspasado por tres al Alavés.
En 2016, en los planes de Zidane no entraba Jesé Rodríguez. El canario no tenía hueco en una plantilla que sería una de las más completas y de las mejores de la historia del club y tuvo que marcharse al PSG, por 25 millones. Ese mismo verano también se desvincularon del club Cheryshev, por siete millones que pagó el Villarreal y Álvaro Medrán, por el que el Valencia desembolsó 1,5 millones.
En total el club ha ingresado en estos últimos años un total de 254,5 millones por jugadores formados en la casa. Entre ellos no figuran los traspasos de Mariano al Olympique de Lyon por 8 millones o el de Morata a la Juve por cerca de 30, ya que los madridistas terminaron abonando una recompra, como podrían hacer con Achraf en unos años. Sin embargo, la cifra puede verse incrementada este verano, pues el club puede hacer caja con hombres como Óscar, que se ha ganado un buen cartel en la Liga en los últimos dos años.
