Trent Alexander-Arnold tendrá una nueva oportunidad de empezar a cambiar su historia en el Real Madrid en Vallecas. La lesión de Carvajal, la de Tchouaméni, el más que probable regreso de Valverde al centro del campo y su propia mejoría física le llevan directo al once titular para formar en el lateral derecho contra el conjunto madrileño. Un escenario complicado, correoso, pero donde el británico tratará de empezar a enderezar su andadura en la entidad madridista.
«Trent no ha caído de pie, pero le fichamos para seis años», explican en las oficinas de Valdebebas, donde miran con cierta preocupación la adaptación de Arnold, puesto que está lejos de mostrar su mejor nivel vestido de blanco. En su corta etapa como jugador del Real Madrid ya ha sufrido dos lesiones que le han cortado su progresión. La primera, mezcla física con mental, le obligó a perderse las semifinales del Mundial de Clubes contra el PSG, mientras que la segunda, a los cuatro minutos del duelo que enfrentó a los madridistas contra el Olympique de Marsella, le tuvo siete partidos en la enfermería y dos en el banquillo sin participar. Lo volvió a hacer el pasado martes en Anfield, su antigua casa, donde jugó nueve minutos dejando malas sensaciones.
Ahora ha llegado el momento de pasar página, de olvidar el pasado y de empezar a obtener las mejores sensaciones. En el Real Madrid nadie pierde la fe en que Trent será un jugador importante con el paso de los años, pero también quieren que cuanto antes empiece a adaptarse a su nueva vida vestido de blanco. Tras vivir siempre en Anfield, el salto al estadio Santiago Bernabéu se le está atragantando.
Mala experiencia en Anfield
No lo pasó bien Trent en su vuelta a casa. Y su casa, en mayúsculas. El inglés vivió un momento emocionante al dejar unas flores y un mando de la Play en el memorial por su amigo Diogo Jota. Luego, en el día del encuentro, el mural que está en los alrededores de Anfield fue atacado con pintura blanca y la palabra «rata», mientras que, a la hora del partido, fue pitado y abucheado tanto cuando su nombre sonó por la megafonía como cuando entró al terreno de juego. Obviamente, no fue el regreso esperado para un jugador que se ha criado futbolísticamente en el Liverpool.