La Liga ha hecho públicos este lunes los nuevos límites salariales de los equipos de Primera y Segunda División. Al margen de pequeñas variaciones en algunos clubes, la gran sorpresa ha sido encontrar como el Barcelona tenía un límite salarial negativo de 144 millones. Si ya había sido un impacto comprobar cómo tras el verano su límite no superaba los 97 millones, certificar un descalabro mayor que le sitúa como el último en la cola entre Primera y Segunda ha sido todavía más sobrecogedor.
Hay varias preguntas que sobrevuelan en el ambiente: ¿Cómo ha podido pasar de +97 a -144? ¿Cómo puede fichar si se tiene un límite negativo?
Para darles respuesta conviene analizar una normativa cuya flexibilidad da cabida a este tipo de situaciones. El límite salarial de 97 millones vino determinado por la previsión de ingresos, gastos y pérdidas que el Barça envió a la Liga el pasado mes de mayo. Al hacer una reestructuración en verano, finalmente el Barça arrojó más pérdidas de las previstas y esa diferencia es la que ha empeorado ahora su límite. Esto no tuvo incidencia en los movimientos del verano o invierno, puesto que al Barça le resultaba irrelevante su límite debido a los que explicaremos a continuación.
¿Cómo puede fichar si tiene un límite negativo? Porque la normativa prevé que los equipos excedidos en su límite salarial puedan inscribir nuevos jugadores si logran ahorros significativamente mayores al coste de inscripción de los nuevos jugadores. Es decir, si ahorras, puedes inscribir ya que se entiende que tu situación va mejorando. En invierno, el Barça hizo una serie de operaciones, unas más artificiosas que otras, que le permitieron generar ahorros y con esos ahorros ha podido inscribir a nuevos jugadores. Sin embargo, nada es gratis. Probablemente el Barça se esté desviando de su presupuesto de esta temporada y eso podría hacerle caer en pérdidas. La venta de activos parece la única manera de corregir el balance y que esas pérdidas no hundan todavía más su límite. Además, todo lo que esté excediendo este año, podrían ser unos 500 millones, se le restará del nuevo límite de la temporada que viene.
Con todas estas circunstancias, parece bastante irresponsable que, hasta hace dos días, Laporta fuese filtrando optimismo con el fichaje de Haaland. Tenía que ser perfectamente consciente de que su prioridad no debe ser ésa y sí restablecer el equilibrio patrimonial de un club en crisis. Probablemente llegará un periodo de cierta concienciación en el que se asumirá que el Barça no estará en las grandes operaciones de este verano salvo que venda activos muy importantes, pero por mi experiencia temo que este periodo dure realmente poco.