El fichaje de Aurélien Tchouaméni es prácticamente un hecho. El Real Madrid tiene encarrilada la llegada de una de las jóvenes promesas del fútbol europeo, que se ha consagrado esta temporada como uno de los mejores mediocentros del mundo. Su gran rendimiento en el Mónaco ha provocado que el conjunto blanco centre su atención en él, pasando a ser prioritario tras la traición de Mbappé. Con él, los blancos se asegurarán al Casemiro del futuro, a un auténtico pulmón en el centro del campo para la próxima década.
El francés se ha convertido en uno de los grandes deseados de la próxima ventana de fichajes, pero es el Real Madrid quien ha tomado la delantera hasta dejar a punto su incorporación. Los madridistas se aseguran así cerrar su centro del campo para el futuro, una vez que la CMK sea historia. Con Valverde y Camavinga como herederos, la llegada de Tchouaméni aseguraría al completo la línea, llenándola de aún más músculo, haciendo un Madrid muy físico.
El todavía futbolista del Mónaco actúa como mediocentro defensivo, parcela en la que ha demostrado ser un auténtico pulpo. Su físico, su envergadura –1,87 metros– y su enorme zancada le permiten ocupar mucho espacio en el campo, siendo un todocampista moderno al que es muy difícil superar. El sustituto perfecto para Casemiro en el futuro, pese a que Camavinga se ha mostrado también como un gran recurso en el tramo final del curso en esa posición.
Mucho talento por explotar
La mayor virtud de Aurélien Tchouaméni está en la recuperación, pero presenta otras cualidades que hacen de él un jugador más que completo, lo que le ha llevado a centrar la atención de los grandes de Europa. Y es que cumple también una importante labor en la construcción, contando con una limpia capacidad para sacar el balón desde atrás en muy pocos toques. Apenas conduce y prácticamente ni se complica, dándole fluidez y rapidez al juego en ataque de su equipo.
Además, cuenta con un gran potencial ofensivo. Su potencia le permite sumarse con fuerza desde segunda línea al ataque. A su evidente poderío aéreo se le suma un gran disparo con ambas piernas, que le ha llevado a marcar grandes goles esta temporada con el Mónaco. Sin embargo, es una faceta que aún le queda por explotar, puesto que a pesar de sus características que facilitan esa llegada, no es un jugador que se deje ver en exceso por las proximidades del área rival.
